Los Feroz pretendían convertirse en una alternativa valiente a los Goya. Estos premios de la crítica se habían convertido tras sus prometedoras primeras cuatro ediciones como la antesala de los grandes premios del cine español. Pero a la quinta fue la vencida: se emitieron por Movistar +, que pagó la gala, y, ¡oh sorpresa!, se notó.
Porque los Feroz decidieron de ser exclusivos para el género cinematográfico y se abrieron a la industria televisiva. Pero a la que pagó la gala, ya que los 6 premios fueron a parar a ficciones de la plataforma de pago.
Ya lo había advertido con ironía Julián López en su brillante monólogo: "No voy a hablar mucho de televisión porque hay dos series que son de Movistar. No quiero sugerir que haya tongo pero esta gala la paga Movistar. El resto de series os podéis marchar pero mirar el lado bueno, no ganaréis el Feroz pero al menos vuestras series las ve alguien".
Lo diría por 'Verguenza' y 'La Zona', que hicieron pleno frente a otros títulos respetables como 'El Ministerio del Tiempo', 'La casa de papel', 'Sé quién eres', 'Estoy vivo' y 'El fin de la comedia', que ejercieron de simple comparsa para una fiesta que se desacredita con este espectáculo.
El problema de Movistar +
Movistar + intenta sortear las restricciones de la CNMC tras haber absorbido a Canal +. Y lo intenta relevando al fútbol por la ficción, pretendiendo convertirse "en la casa de las series" pese a los millones que siguen los productos en abierto y los miles que cada día se abonan a videoclubs infinitos como Netflix.
Esta política será efímera, pero a caballo de ella Movistar intenta jugar sus cartas par que no se hable de otros temas: de las presiones de Moncloa para que le gane la subasta futbolera a Roures, a las concatenadas subidas de precio, pasando por su pérdida de abonados, las renovaciones estéticas del tipo 'Velvet Colección' (que tenía firmada una tanda, que fue troceada en dos para dar sensación de éxito), o los 58.000 espectadores, cifra marginal, que logró 'La Peste' de los 10 millones de euros en su estreno.
La gala
Es evidente que en España hay un problema con el machismo, lacra terrorista que provoca decenas de asesinatos de mujeres al año. En nuestro país existe un problema educacional que se evidencia con los micromachismos y con la violencia que sufren miles de personas a diario. Pero nuestra industria cultural debe saber una cosa: está bien la americanización estilo Weinstein, pero ésto no se arreglará con discursos vacuos, lugares comunes, insinuaciones varias, generalizaciones ridículas o iniciales tomateras.
Porque en este país nadie ha sido capaz de ponerle nombre y apellidos a una situación de acoso y solo un medio, La Mosca Mediática, se ha atrevido a recordar que existen dos denuncias públicas contra José Luis Moreno y Luis María Anson por este asunto. El resto de medios, que reclaman valentía, exhiben cobardía a raudales a la hora de la verdad.
Y hay que recordar un asunto: la valentía se produce cuando causa conflicto, porque cuando tienes el aplauso asegurado es un simple acto de autobombo que en demasiadas ocasiones busca un compadreo que muchos debieran rechazar por obsceno.
No, "esto" se arreglará con más dureza policial, con más represión e incrementando las medidas de excepción. Después de todo, solo los maltratadores tienen que temer algo, no?
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