La penúltima deslealtad de Isabel Gemio










Isabel Gemio se desdecía de sus palabras de hace apenas dos meses al afirmar este miércoles en 'El hormiguero' que no deja 'Te doy mi palabra' por voluntad propia. La locutora extremeña consiguió este verano un pírrico acuerdo, adelantado por La Mosca Mediática, y a finales del mes de septiembre confirmaba que cerraba esta etapa por voluntad propia.

Sin embargo ante Pablo Motos no mantuvo su discurso: "Es verdad que llevaba años pidiendo un cambio de horario pero no pudo ser. Al final tengo que decirle a la gente que no lo he elegido yo. No me voy por voluntad propia. Había pedido esos cambios de horario y al final ha sido Onda Cero la que ha decidido no prorrogar el contrato que terminaba en 2017".

Sorprenden sus palabras, como también sorprendió su entrevista hace unos días a Gloria Lomana. Esta conversación ha sido la única promoción que ha recibido la autora de 'Juegos de Poder' por parte del grupo en el que desarrolló su controvertida carrera durante más de tres lustros.

Isabel afirmaba ante la ex jefa de Antena 3 Noticias que parecía que ha vivido la guerra cloaquil mediática que dibuja este ensayo "muy de cerca", quizás acordándose de que 'Juegos de Poder' versa sobre "un empresario de comunicación todopoderoso traspasa los límites cuando pone en jaque al Gobierno y a las instituciones democráticas, mientras le siguen los pasos los Servicios de Inteligencia del Estado. Periódicos, cadenas de televisión, confidenciales, redes sociales… todo sirve en los planes de Marcelo Russo para manejar y dominar al Poder, mediante la compra, la amenaza y la extorsión", tal y como señala La Esfera de los Libros.

Esta entrevista fue la penúltima deslealtad pública de Isabel Gemio al grupo que le ha dado de comer durante 24 años.

Marcelo Russo, ¿persona o personaje?

Gloria Lomana definía así ante Carlos Herrera a Marcelo Russo, al que muchos ven ciertos paralelismos con Mauricio Casals, "El Príncipe de las tinieblas": "Es un personaje cuya única y máxima ambición es amasar dinero y tener todo el poder, controlar todo el poder, no conformarse con el supuesto cuarto poder que es el periodismo. Es una persona sin escrúpulos que comienza desde la nada y que se tiene que mover buscando la información desde las cloacas del Estado, se rodea de policías, coloca alguna portada y con eso extorsiona. Comienza en la era analógica, utiliza confidenciales y cuando ya descubre las redes sociales como torrente para echar verdades mezcladas con porquería y manipulación que sirve para hacer la guerra psicológica contra quien se mete y siempre a favor de sus intereses".




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