Javier Cárdenas, cuyo ego no cabe en Barcelona, se puso la venda antes de producirse la herida. Y es que el catalán se olía que podía fracasar en su nueva aventura televisiva tras años de hambruna catódica por su guerra con Carmen Ferreiro.
Seguramente sabía Cárdenas que Hora Punta tenía dos dificultades para ir más allá de los cuarenta programas que le firmó TVE: competir contra tres espacios asentados, El hormiguero, El Intermedio y First Dates, que ofrecen una variada oferta de entretenimiento al inicio de la noche televisiva, y hacerlo desde TVE, cadena cuyo ratio de éxito respecto a los estrenos es cercana a cero.
Pero Cárdenas podría saber que espacios como TVEmos, Viaje al centro de la tele o Desafía tu mente han conseguido audiencias más que dignas en los últimos tiempos en La 1. Es cierto que la estrella de Europa FM cuenta con 50.000 euros por programa, que se alejan de los 90.000 euros que factura Pablo Motos por cada entrega emitida.
Pero Cárdenas tiene que entender una cosa: El hormiguero saca agua de las piedras para exprimir este presupuesto con invitados estelares, un gran plató y un equipazo, y secciones científicas espectaculares. Por contra Cárdenas, rodeado de sus cuatro palmeros radiofónicos en un estudio desangelado y parapetado en seis enlaces de Youtube, parece que se lo está llevando muerto.
"Wyoming, Motos y Sobera tienen más presupuesto que yo", decía el locutor en Teleprograma antes de estar en boca de todos los críticos por su ridículo show. Y no es ridículo porque cuente con poco presupuesto, sino porque Hora Punta adolece de falta de imaginación y de una evidente falta de trabajo. Cárdenas, que en Onda Cero Barcelona es conocido por negarse a trabajar por las mañanas vendiéndoles a los "soñadores" pescado congelado que ha grabado una o dos tardes antes, vuelve a demostrar en televisión que le cuesta trabajar pese a la demagogia que rezuma sobre el tema. He dicho...
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Javier Cárdenas es el mejor deportista de elite de toda la radio y la televisión. Hay que tener en cuenta que su papa no le quería tanto como a su otra hija mestiza, Romea Santos, que se opero y ahora es Enrique Iglesias. Mosca por favor sigue las pistas y salva a ferreras. No soy Ana Pastor aunque me parezca mogollón.
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