Netflix, Florentino y Telemadrid le hacen un roto a Mediaset







Las anchas espaldas de Paolo Vasile soportan sin inmutarse la lluvia de palos que reciben los contenidos de Mediaset. Y es que el CEO italiano siente que al menos él hace negocios gracias a un entretenimiento que, aunque sea amarillo, es mucho más digno que dedicarse a blanquear al Ibex35, Prisa, o que a jugar a la defensa del Gobierno de turno, RTVE. 

Por eso ni se inmuta al comprobar las críticas que recibe el ventajista Iker Jiménez, subido al vagón de la ciencia para evitar ser arrastrado a los suburbios digitales por la extrema derecha terraplanista; y o las que le caen a los productores de 'Sálvame' por aparcar su vertiente roja para humillar a sus tertulianos en "¡Quiero dinero!". 

Vasile ha apostado este año por venderle toda la despensa de ficción a Amazon y 'lowcostizar' la parrilla de Telecinco mediante especiales de Iker Jiménez, publirreportajes turísticos de Bertín, un ajado talent-show de cartón-piedra pantojil llamado 'Idol Kids' o el cambio de un carbonizado y caro 'Gran Hermano', ahora en manos de Banijay, por una suma de alhajas ('La isla de las tentaciones' y 'La casa fuerte'). 

Mediaset no pierde los nervios por echarle un pulso a Banijay, quizás Bulldog TV podría encargarse de 'Viva la vida' y de sacarse de la manga una 'isla de las aventuras' muy original. Ni tampoco enciende las alarmas por el KO de Cuatro. Ni esconde que Mitele Plus está en la nevera. 

Ni toca a rebato porque se le acerque en share la reanimada Antena 3, que a pesar de lucir un tupido pelo turco no aspira al liderazgo por las calvas que le producen Griso y Valls y no puede competir en beneficios por su escasa producción propia y cara parrilla (que quizás acoja a los restos de Cuarzo, controlada por Banijay y participada por De Agostini).

Y es que lo único que le inquieta a Vasile es el bolsillo. Al menos el hijo pródigo de Berlusconi sabe que Vox no cuenta apoyos para que vuelva la publicidad a RTVE, pero sí que se duele al comprobar que no es capaz de rentabilizar los millonarios contratos de Christian Gálvez, Olga Flórez y Rafa Guardiola, repescados y frustrados con Fénix Media. 

La productora no ha firmado nada de fuste en ocho meses de vida y tan solo ha sido capaz de poner en marcha un proyecto efímero para Mtmad y de anunciar un espectáculo teatral llamado 'La noche roja' que decían que iba a llegar en Madrid en noviembre. No llegará la ni obra ni el concurso que esperaban parir y que ha sido abortado por 'Sálvame Tomate'.

El bolsillo también le duele a Vasile porque 'Pasapalabra' le ha hecho un agujero al final de la tarde, porque Amazon Prime Video no le podrá maquillar las cuentas de 2021 al no tener series que venderle y porque Telemadrid le quitó a La Fábrica de la Tele sus dos versiones light del 'Tomate' y 'Hormigas blancas'. 

El italiano también anda molesto porque Real Madrid TV está triplicando su oferta cinematográfica para recortar los informativos y magazines de Supersport, que esperaba facturar entre seis y ocho horas diarias y está recibiendo encargos para hacer dos y media. 

Pero lo que más le duele a Vasile es que a su niño mimado de la ficción, Aitor Gabilondo, le han puesto la cara roja en Netflix porque su proyecto estrella, 'La Maleta', no cumplía los mínimos de calidad exigidos. Al productor de pepera 'Patria', destrozada por 'Antidisturbios', Mediaset le ha intentado compensar con un telefilm con aspecto entrañable, 'Besos al aire'.

Ains, Gabilondo esperaba que le siguiera funcionando su truco de compactar amor, sentimentalismo barato, drogas y acción, 'El Príncipe' o 'Vivir sin permiso'. Pero ni los besos al aire que le regala Manuel Villanueva, que realiza trajes de saliva en Niusdiario, han servido para que este aspirante a showrunner logre el prestigio y el reconocimiento internacional que ansía. 

Aitor Gabilondo, que este año recibirá más premios de las asociaciones de víctimas entroncadas con el PP que de los Emmy, necesitará algo más que la pose intelectual que cultiva y que 'Patria' para quitarse la etiqueta de avispado productor comercial más cercano a José Luis Moreno que a Álex Pina. 




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