El País, Telecinco y Antena 3 cambian la dirección del viento mediático







El 'todos a una' y el positivismo generalizado contribuyeron a tapar varias de las tardanzas, errores y mentiras del Gobierno central en el inicio de la crisis sanitaria. Pedro Sánchez, que ha sufrido unos técnicos que no conocían la utilidad de las mascarillas ante una enfermedad respiratoria y que no han podido comprar test hasta bien entrada la crisis, parecía que podía salir vivo del envite. 

A ello parecían contribuir los cuatro principales grupos mediáticos españoles en el ámbito de la influencia: Atresmedia, PRISA, RTVE y Mediaset. Sánchez recibía mimos de La Sexta, la SER, El País, Televisión Española (manipulada por este Gobierno hasta la arcada), y Mediaset, que destrozaba entre risas al 'contubernio del virus' que lideraba Javier Negre antes de la muerte civil de Alfonso Merlos. 

Pero, es evidente, han cambiado los vientos mediáticos para alegría del PP, que hasta hace unos días solo contaba entre sus apoyos con 'el ejército de Pancho Villa', según el célebre apodo que le impuso José María García. Es decir, COPE, El Mundo, ABC y algún despistado. 

Cambio de aires

El PSOE ha hecho el ridículo con la reforma laboral al demostrar que no sabían qué estaban pactando hasta que la CEOE llamó a Nadia Calviño. Pero PRISA en vez de culpar a Adriana Lastra, célebre indocumentada  y famosa soberbia, ha arremetido contra Unidas Podemos. 

Cierto es que los morados, que se leen lo que firman, podían haber 'avisado' al PSOE e Iglesias podía haber levantado el pie ante Sánchez en Catalunya Ràdio. Pero el vicepresidente quizás huele la sangre, legislatura corta, tras haber enfadado en unas horas al establishment con el impuesto de patrimonio y el amago de tumbar una reforma laboral que previsiblemente se agriará en 2021. 

Pero El País no se atreve con los iletrados del PSOE, ganadería de pijos y oportunistas. Y por eso pidieron ayer, vía editorial, que los socialistas echen a Unidas Podemos del Gobierno: "Esta vez las cosas han ido demasiado lejos, y la única manera en la que podría contener la hemorragia política provocada por el acuerdo sobre la reforma laboral en un contexto impropio y con un socio inadecuado es depurando responsabilidades". 

"De no hacerlo con urgencia, será el propio presidente Sánchez el que se arriesgue a perder toda cobertura, llevando al país a una vía muerta institucional cuando lo que requiere es emprender cuanto antes el largo y doloroso camino que le queda por recorrer", añaden. 

No se ha debido de enterar Soledad Gallego-Díaz que la depuración de responsabilidades implicaría que Lastra deje de ser la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista. Aunque, es evidente, el Sistema tiene una oferta para el PSOE: seguir en el Gobierno a cambio de echar a Iglesias. La cuestión es que Sánchez e Iván Redondo no son imbéciles y saben que este acuerdo con las élites sería el suicidio político de ambos. 

Y el doctor que escribe con faltas de ortografía y el amigo de García Albiol tienen intención de seguir en Moncloa. No se lo podrán fácil Antena 3, que con Vicente Vallés y Pablo Motos van a sopapo diario contra el Gobierno, ni Telecinco, que cuenta con la mayor defensora de la torpe Díaz Ayuso y con la mayor enemiga televisiva del Ejecutivo, Ana Rosa Quintana. 

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