El Gobierno central riega a la caverna y veta a tres diarios progresistas





El Gobierno ha abierto la botella de champán publicitaria de 66 millones de euros para regar a los medios de comunicación, que, como cualquier otro sector, necesitan y merecen ayudas de las administraciones públicas. 

El Ministerio de Sanidad de Salvador Illa, impostor y pijiprogre, lanzaba este martes una macrocampaña que implicaba que más de setenta periódicos editados en España fuesen rodeados por una sábana comercial que contaba un lema estúpido: #Salimosmásfuertes.

Entre los periódicos agraciados se encuentran los de la caverna, a los que les gusta disfrazarse de perseguidos cuando en realidad son la escupidera del establishment. ABC y El Mundo, que ahora se dicen defensores de la libertad de expresión a pesar de que justificaban la ley mordaza del PP, están felices.

No están para demasiadas alegrías en la redacción de tres periódicos de izquierdas discriminados por el Gobierno 'socialcomunista'. Es el caso de Gara, que tiene que apechugar con tres millones de euros de deuda del ilícitamente clausurado Egin; de El Punt Avui; y del gallego Nós diario.

No es la primera vez que el Gobierno discrimina a un medio: véase el pleito postmortem que ganó El Alcázar contra el Ejecutivo felipista, la sentencia favorable a ABC de Sevilla por la infecta política sectaria de la Junta socialista, o lean  'La prensa que se vendió', obra de Luis Santos en la que se prueba la discriminación publicitaria que sufrieron varios medios.

El palo a Gara, El Punt Avui y Nós diario evidencia que la política estatal sigue lastrada por el turnismo o el teatrillo político de pensamiento económico único con marionetas de dos colores. Al menos una de esas marionetas no está mal de la cabeza y va a lanzar un ingreso mínimo vital que ayudará a 850.000 familias protegidas por un Gobierno con toques humanitarios y por una UE que de la mano de Merkel está mostrando la solidaridad que les falta a los 'paraísos frugales'.

Persecución ideológica

Estos tres diarios, abiertamente republicanos e independentistas, deberían llevar a los tribunales a Illa tras ser discriminados por motivos ideológicos. No persiguen por sus ideas a Vox, que son más capitalistas que Albert Rivera (vendedor de humo, regenerador gatopardiano y sujeto siniestro que debería acabar de friki en Mediaset).

Santiago Abascal y compañía son unos señoritos terraplanistas para alegría del Gobierno central, feliz porque la derecha está en el monte, les regala el carril central y tapa con sus alaridos la gris gestión sobre la crisis sanitaria.

Está claro que estamos en 2008, solo que la derecha hoy en día apuesta por las teorías de la conspiración sobre el coronavirus en vez de por las teorías de la conspiración sobre el 11M, infecto culebrón que no impide que Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos nos sigan dando lecciones todos los días.

1 comentario:

  1. No me mojo con Punt Avui y el diario gallego pero Gara es un diario abertzale y dudo mucho que hubiera aceptado el dinero del Gobierno a cambio de publicidad institucional.

    ResponderEliminar