Desventajas de viajar en tren con Pedro Sánchez





Pedro Sánchez perdió su insomnio por arte de birlibirloque, o por el tortazo de Iván Redondo, y Pablo Iglesias, previsiblemente, será uno de los nuevos vicepresidentes del Gobierno. Las desventajas de viajar con Sánchez es que su ideología volátil, solo comparable con la de Rivera, está al nivel de su falta de coherencia mediática. 

El presidente del Gobierno ha convertido a RTVE en su felpudo y está demostrando sus dificultades para dar la cara tras negarse a participar en más de un debate, a dar explicaciones a sus compañeros del PSOE en 'Salvados' o a divertirse, o al menos parecerlo, en el programa de Pablo Motos.

Más placentero que analizar la psique de Sánchez es ver la película española del año: 'Ventajas de viajar en tren', preestrenada en Tudela antes del verano y ya en cartel en todo el Estado. Esta obra dará mucho que hablar.

'Ventajas de viajar en tren'

Aritz Moreno realiza una sobresaliente pirueta en su opera prima gracias al trabajo hercúleo de Javier Gullón, que adapta la obra literaria homónima de Antonio Orejudo, capaz de helarte la sonrisa o de meterte la cabeza debajo del agua, y cuando sientes la angustia, dejarte elevarte hasta besarte con una mueca de sonrisa en sus labios.

'Ventajas de viajar en tren' es una matrioshka deliciosa, una colección de historias gloriosas (la de Kosovo supone un estimulante tortazo de bienvenida, la de la mujer-perro contiene un videoclip magestuoso aderezado por 'El Amor' de Massiel y la del hombre invertebrado es una joya de principio a fin).

Este film deja atrás a 'Dolor y Gloria', buen retorno del mejor Almodovar al que le sobran ombligo y le falta un productor que le diga que le falta un relato que inyecte armonía en una película irregular que está siendo acogida con sorprendente entusiasmo en Europa y Estados Unidos.

Y también supera con creces a 'Mientras dure la guerra', buen cortometraje extendido que recrea de forma sobresaliente a la Salamanca del 36 o dibuja sin caricatura a un contenido Francisco Franco, lo mejor de un proyecto que le queda ligeramente grande a un Amenabar que soñaba con ser Spielberg y se despertó Vicente Aranda en 'Libertarias'.

'La trinchera infinita', de los genios que parieron las emotivas 'Loreak' y 'Handia', también puede zambullirse en una carrera por los Goya en la que debe estar 'Ventajas de viajar en tren', quizás la película española más arriesgadas del último lustro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario