El 'consorte' barrunta disparo: Monzón en la diana judicial





Las élites daban a estas alturas por prejubilado en Menorca a Javier Monzón, rescatado para la primera plana empresarial por su amiga íntima Ana Patricia. Pero el controvertido directivo ya no sabe en qué yate meterse después de ver que la Fiscalía pide su imputación por la relación entre Indra y el 'caso Púnica'.

La justicia podría pensar que Monzón, veintitrés años al frente de la compañía de ingeniería y tecnologías de la información, estaba al tanto cuando Indra le metía más de medio millón de euros en el bolsillo del PP para sufragar las campañas de Esperanza Aguirre.

Es cierto que este directivo tiene asideros relevantes para seguir sin pagar por sus pecados, pero no es lo mismo que disfrute de un jet privado para visitar las Canarias o Malta en Semana Santa, dispendio que pagó Indra, que verse envuelto en la adulteración de la democracia.

Monzón, que en PRISA se comporta como un consorte (disfruta de los privilegios, pero no tiene voz ejecutiva), advierte que un inofensivo disparo judicial, investigado, puede acabar con su carrera, digna de un personaje secundario de 'El Lobo de Wall Street'.

El reglamento que el persigue

El reglamento del Consejo de PRISA explica que "todo consejero deberá informar a la Sociedad, a través del Secretario del Consejo de Administración, en el caso de que fuera llamado como investigado, resultara procesado o se dictara contra él auto de apertura de juicio oral en una causa penal por cualquier delito y del acaecimiento de cualesquiera otros hitos procesales relevantes en dichas causas".

También dice, tal y como explica El Confidencial, que "el Consejo de Administración examinará esta circunstancia tan pronto como sea posible y, previo informe de la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo, adoptará las decisiones que considere más oportunas en función del interés social".

Y recuerda que "el Consejo de Administración podrá requerir al consejero para que dimita de su cargo y, en su caso, propondrá su separación a la Junta General de Accionistas", situación que también se podría dar en el Santander, gigante en el que ejerce de consejero y presidente no ejecutivo de Openbank. ¿Puede hablar PRISA de independencia ante semejante compatibilidad?

Una lluvia de realidad ahoga la fiesta de la chupi pandi

Monzón preveía que el parné ibérico le diese las fuerzas suficientes para no convertirse en el títere de Oughourlian, dispuesto a cambiar de barco para conseguir rentabilizar su inversión. Pero el IBEX-35 no empujó lo suficiente y Ambar Capital trincha y corta en la editora de El País y la Cadena SER.

No son buenos tiempos para la 'chupi pandi' más cercana al primer banco español: a Villar Mir o a López Madrid ya no se les ríen tanto las gracias. Tampoco a Monzón, impertérrito después de que Indra perdiese 700 millones de euros entre 2014 y 2015.

Con este currículum es normal que PRISA pensase en él para relevar a un ludópata bursátil como Cebrián, más caro y más soberbio que Monzón, compañero de cacerías del pecado original de la democracia española, Juan Carlos I.

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