"Julio Ariza ni paga ni indemniza". Bajo este lema centenares de trabajadores se manifestaron en La Castellana en 2013 porque el dueño de Intereconomía les había colocado en una situación imposible. El empresario, rebotado desde el PP 'vidalquadrista' en 1996, llegó a Madrid, se hizo con Radio Intereconomía y la Época de Campmany, creció al calor de las baronías aznaristas, puso en marcha Libertad Digital junto a Losantos y la osadía tiene premio: saltó a la fama al entrar en la TDT cuando otros la despreciaban y adaptó el modelo radiofónico a la tele en prime-time: política y deportes.
Intereconomía se puso a los pies de Esperanza Aguirre, pero Génova 13 no pagaba a traidores y cuando llegó Mariano Rajoy a La Moncloa recodaron las operaciones contra el PP articuladas por Ariza, padrino de la 'Operación Libertas' con Albert Rivera y Miguel Durán o de la Sociedad Civil de Mario Conde que con el apoyo de los Baltar intentó obtener la llave gallega.
Las empresas de Ariza, con una deuda superior a los 18 millones de euros con Hacienda, ha sido refugio de Francisco Correa, Mario Conde, Rafael Vera, Pablo Crespo o Miguel Bernard, amigachos de un empresario que cerrará la lista de Vox al Congreso por Barcelona y que cuenta con su exnúmero dos Juanjo Aizcorbe en puestos de salida del partido de Abascal, que encontró altavoz cuando era un freak político en 'El Gato al agua', compañía perfecta para las misas desde el Valle de los Caídos y los panegíricos de Arteseros al Franco más familiar.
Ariza se lo creyó, aprovechó su amistad con Rodrigo Rato para comprar medios en frenesí (La Gaceta o Radio Inter), y hoy sigue queriendo aparecer como un respetable empresario en unos medios que oficialmente han pasado a manos de José Luis Hernández Arce, antiguo CEO de Polaris (accionista junto a Intereconomía de la extinta 7RMurcia) y hoy propietario de Intereconomía TV, renombrada como El Toro TV, de Silicon Radio y de Radio Internacional. Al menos, según él, nunca chantajeó a Mariano Rajoy, tal y como sostenían Ignacio González y Eduardo Zaplana.
Repasemos los ocho pecados capitales del patriota fichado por Vox:
1- Su implicación en el "Tamayazo".
Después de leer el rencoroso libro de Enrique de Diego, 'Dando caña' parece claro que durante años el "Tamayazo" ha sido una de las claves del chorro de millones con el que regaron Intereconomía. Durante las tensas jornadas del pucherazo de Esperanza Aguirre y los constructores en 2003 para derribar la presidencia de Rafa Simancas, Tamayo tenía de escolta José Antonio Expósito, que inmediatamente después fue contratado por Julio Ariza como jefe de seguridad. Desde entonces Intereconomía no paró de recibir prebendas de Esperanza.
2- Julio Ariza y Caja Madrid.
No solo de licencias vive el hombre. Julio Ariza soñó durante años poseer una cabecera en papel para consolidarse como el Polanco de la derecha. Y su sueño se cumplió tras un intento fallido, con Anson a la cabeza. Ariza compraba La Gaceta gracias a un crédito de Caja Madrid de dieciocho millones de euros y Rato y Esperanza Aguirre tenían mucho que ver en ello.
Menos dinero pero incluso más escandaloso fue lo de Rodrigo Rato, que era accionista del Grupo Intereconomía con un 5% a través de la empresa El Manantial de la Información. La Fiscalía General del Estado denunció que Rodrigo Rato había "autorizado y firmado"un crédito de 2,2 millones de euros "contra el criterio de la comisión de riesgos del banco". Increíble pero cierto.
3- El triángulo de las Bermudas de Ariza.
Otro de las vías de ingreso de Julio llegaron desde el Mediterráneo. Y todo queda en familia; Ariza es íntimo de Esperanza Aguirre, cuyo nexo es Güemes. Y éste está casado con la hija de Carlos Fabra, presidente durante décadas de la Diputación de Castellón. Ariza consiguió gracias a sus amistad con Fabra o Camps más licencias TDT, más licencias de radio y publicidad institucional a raudales.
La más famosa de las operaciones de Julio en el Levante fue un boicot al programa 'Caiga quién caiga'. El programa que entonces emitía la Sexta envió a un pleno de la Diputación de Castellón a la reportera Estibaliz Gabilondo. Y lo que iban a ser una serie de preguntas incisivas a Fabra, al que todos los años le toca el Gordo, se convirtió en un acoso que vio toda España a la periodista por parte de un grupo de desconocidos. ¿Y quién estaba entre esos desconocidos? José Antonio Expósito, el famoso escolta de Tamayo acompañado por un grupo de trabajadores de Intereconomía.
El hombre fuerte de Ariza en Valencia era Fernando Quintela, que dejó Ariza para dirigir el Canal Nou, comprando nada más llegar tres documentales de 600.000 euros que habían sido emitidos antes por Intereconomía TV. También, y gracias a su amistad con Matas, llegaron a jugosos acuerdos en Baleares, mientras que Murcia, Intereconomía ha estado durante años ganando dinero como accionista de la empresa que gestionó la televisión autonómica.
4- Las aventuras políticas de Ariza Jones.
Julio Ariza siempre ha creído que los políticos que administraban licencias y millones para los medios le iban a solucionar la papeleta: 23 millones de pérdidas solo en 2011, una plantilla sobredimensionada (800 empleados) y unas deudas salvajes
Aunque son conocidos los guiños de Intereconomía a la extrema derecha también ha intentado ahogar a esta cuando le ha convenido. Cuando el grupo compró la vieja "Inter" lo primero que hizo Ariza fue expulsar a los miembros de Alternativa Española y de La Falange.
5- Viviendo por encima de sus posibilidades.
Hay que tener mucha cara para pedirle limosna a tus televidentes con la mentira de que ZP te está haciendo la vida imposible económicamente, mientras te gastas casi 2,5 millones de euros anuales alquilando cuatro plantas en plena Castellana. O mientras te metes en un periódico empufándote para siglos.
6- La Guerra Civil de Julio.
El empresario ha ayudado a crispar a la sociedad española en los últimos años con un evidente guerracivilismo y algunos guiños lamentables. Lo peor que se ha podido ver en Intereconomía TV ha sido sin duda sus editoriales; como cuando comparaba miserablemente a ZP con Hitler por los abortos o como cuando llamaba anormales a los gays en su lema "364 días de orgullo de gente normal".
También la polémica emisión de eucaristías desde El Valle de los Caídos, los insultos a Zapatero, los montajes para insultar a los del 15-M-"aquí huele a porro que tira para atrás" decían-, los homenajes a Franco y Primo de Rivera en 'España en la memoria' o los "puerca" o "zorra" de García Serrano ante las risas de Antonio Jiménez.
7- Recaudar dinero para los parados, el montaje del siglo.
"Muévete contra el paro" fue una exitosa maratón de 24 horas de Intereconomía donde recaudaron 720.000 euros contra el paro. La Asociación Nacional de Desempleados acusó a la cadena de estafa tras "no ver un duro" cuando habían ayudado al programa con 70 voluntarios.
Cáritas se lo llevo todo o casi todo, porque algunos confidenciales acusaron a Ariza de haberse quedado parte del dinero recaudado, ya que se anunció que se había llegado a la cifra de 750.000 euros y a Cáritas llegaron 720.000, además de los 90.000 euros que recaudó el grupo en llamadas de líneas 902 y SMS que fueron a parar directamente a las cuentas de Intereconomía.
8- Risas ante el cierre de Público
Desde La Gaceta celebraron el cierre de Público con alborozo. Cuando las barbas de tu vecino veas cortar..... . Entonces el propio Ariza dijo que Roures debería poner su patrimonio personal para pagar las deudas con los trabajadores, cosa que él no hizo con la mala situación de su grupo.
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