Paolo Vasile, hijo de un productor y guionista cinematográfico, está cerca de cumplir su sueño: que Mediaset deje de invertir en cine. Ya en 2007 protestó porque Zapatero obligó a las televisiones a invertir en el séptimo arte: "Como negocio el cine no es rentable y genera pérdidas y por eso el Gobierno nos obliga a invertir en la nueva ley del Cine".
En 2012 seguía con su pulso con el Gobierno: "Estamos dialogando y hasta ahora no hay motivos de desencuentro. Los dos estamos de acuerdo en dos puntos: en que el sistema no funciona y que no hay dinero".
Y hace año y medio remataba: "El cine tiene un problema en España, como lo tiene en otras partes del mundo, y es que, básicamente, se hacen demasiadas películas". Por eso Mediaset hace pocas. Y las últimas, malas.
El pasado año el grupo hispanoitaliano estrenó un ramillete de películas palomiteras ('Yucatán', 'Ola de crímenes', 'Superlópez' y 'El cuaderno de Sara'. La cultura es incultura cuando se basa en un entretenimiento capitalista que solo busca evasión en vez de invitar a la reflexión.
Y las dos únicas películas que lanzará este año Telecinco Cinema buscan exclusivamente el negocio fácil, basado principalmente en las brillantes campañas promocionales de Mediaset. En abril se estrena la comedia 'Lo dejo cuando quiera' y en octubre 'Si yo fuera rico'. Una tercera, 'Un mundo prohibido', podría llegar a finales de diciembre.
En Atresmedia Cinema también hay movimientos después de su integración en Atresmedia Studios. Veremos si cambia la política cinematográfica de la productora tras realizar películas valientes ('Tiempo después' o 'El reino', con un final apto para los amantes de La Sexta).
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