El secreto del ascenso de Adolfo Arjona en COPE Andalucía





Fernando Giménez Barriocanal no es un hombre de disimulos y lleva unos meses echando en falta la moqueta de La Moncloa tras el desalojo de Mariano Rajoy. Oveja que bala pierde bocado y el presidente del Grupo COPE no quiere que la emisora deje de engordar económicamente.

El triunfo de la derecha en Andalucía tras 36 años de algunos aciertos y demasiados excesos socialistas ha colocado a Juanma Moreno controlando el Palacio de San Telmo, Shangri-La para el PP que se ha convertido en una agencia de colocación: los populares ascienden a la hermana de Ana Botella y Ciudadanos ficha a una sujeta que contribuyó a que la Junta perdiese 168 millones de euros que fueron a parar a manos de una de las grandes fortunas de España. ¿Cambio? ¿Dónde?

Favores prestados

COPE se quiere cobrar los favores prestados. Para ello ha ascendido como director en Andalucía a Adolfo Arjona, un histórico de la emisora que lleva más de 35 años llevando la voz cantante en el sur: el locutor ha sido en diversas etapas director nacional de coordinación de COPE, responsable de sus emisoras con rango de subdirector general, director gerente de Rock and Gol, director nacional de Cadena 100 y actualmente dirige 'La Noche', que a partir de ahora solo conducirá en las madrugadas del domingo al lunes. Su relevo de martes a viernes, Beatriz Pérez Otín, dice que Arjona le ha dejado "el listón muy alto" pese a que en el último EGM 'La Noche' sumo tan solo 106.000 oyentes, casi la tercera parte que la audiencia de 'El Faro' de la SER y menos de la mitad que 'Gente despierta' de RNE.

Arjona, eternamente pendiente de su imagen y presumido hasta el cansancio, ha compatibilizado todos estos puestos como eterno director de COPE Málaga, emisora que se ha convertido en un altavoz propagandístico de las supuestas virtudes de su alcalde desde hace casi dos décadas, Francisco de la Torre, padrino de la siniestra Silicon Valley de la Costa del Sol.

El locutor loa las virtudes de uno de los escasos políticos del PP que tenían cargo público y presupuesto a repartir en Andalucía. También se repartirán licencias y Carlos Herrera, eterno ojo avizor, invitó a comer la semana pasada a varios prebostes de la Junta conservadora. Federico Jiménez Losantos también huele la carne fresca y presiona a través de Vox. Todo por la pasta.

Una cercana lejanía

Adolfo Arjona mimó desde el micrófono a Francisco de la Torre y sus concejales tenían prácticamente una tribuna semanal en su programa local. Este periodista tenía una evidente cercanía con el PP, pero la concejalía de Urbanismo no fue capaz de localizarlo durante medio año.

La estrella de COPE se construyó un garaje ilegal en suelo público y pagó más de 8.000 euros de sanción cuando la oposición al PP destapó semejante escándalo. El Ayuntamiento nunca se alejó de Arjona, al que le patrocinaban sus conciertos. El locutor, a cambio, le hacía "encerronas" a la oposición, según denunció Ciudadanos.

El alcalde y señora

La relación entre Arjona y De la Torre fue tan cercana que la señora del alcalde, capaz de ejercer de analista política populista en diversos medios, colaboró en COPE y moderó una tertulia en la hermana televisiva de la emisora, Popular TV. Pero De la Torre no es el único miembro insigne del PP malagueño: el otro alto cargo es Elías Bendodo, ocho años como presidente de la Diputación de Málaga y ahora casadista converso tras apoyar a Soraya.

Esta institución repartía publicidad institucional y la COPE era la gran beneficiada por encima incluso de Onda Cero Málaga, donde trabaja la mujer de Bendodo. Ahora Elías, consejero de Presidencia y mano derecha de Juanma Moreno, verá con buenos ojos el ascenso de Arjona en COPE Andalucía, emisora que podría emborracharse con los litros de la publicidad turística que se bebía la Cadena SER, alentadora de manifestaciones contra Vox y disfrutona de una tupida red de emisoras locales que vomitaban el folcorismo susanista.

Toca relevar a los comisarios políticos del PSOE en Canal Sur y lo celebran algunos personajes. Especialmente feliz se le ve estos días a Agustín Bravo, al que Juan Y Medio le quitó su silla tras su fallido fichaje por Antena 3. Bravo fue vocero del PP en esa Metropolitan TV que se inventó el condenado Nicola Pedrazzoli y cocinó el PP de Teófila Martínez con el dinero gaditano. El fracaso de Arenas en las autonómicas de 2012 fue el certificado de defunción del proyecto.

Cuatro años después Bravo se integró en las listas de Ciudadanos, desde hace tres conduce el tramo sevillano de 'Herrera en COPE' y a partir de septiembre podría ser una de las estrellas de Canal Sur como premio a haber denunciado en 'Sábado Deluxe' el veto de Gaspar Zarrías. Debería aprender Bravo de Pedro de Tena, que se manchó hasta la obscenidad como jefe de prensa de Arenas y sin embargo ahora denuncia con acierto algunos excesos del 'cambio' en Libertad Digital.

No será capaz el PP, Ciudadanos, ni siquiera Vox de hacer una Canal Sur más conservadora que la realizada por el PSOE: toros, flamenco, informativos manipulados y chistes zafios. Diario de Sevilla definía a la cadena como una televisión con "una parrilla reaccionaria, que atufa a blanco y negro, con folclore cansino, festeros y niños relamidos, y que se colorea con cierta impostura feminista, ramalazo progresista para una programación entregada a las procesiones, los vestidores de santos, los buñuelos de viento, la recolección de tagarninas y el vecindeo de abuelos casaderos". Olé.

Leer más: La rebelión interna de COPE salpica a Colmenarejo. 





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