Alba Carrillo remata el crédito de 'Ya es mediodía'










Hace ocho años las tropas de Paolo Vasile desembarcaron en Cuatro y comenzaron de forma frenética a hacer números. Tras el estudio llegaron las conclusiones: Arguiñano, Pablo Motos y Flo no eran renovados para dolor de los mediodías de Telecinco, las sobremesas de Cuatro y el access prime-time de Mediaset. Por lo bajini se expedían culpas o vendas para taponar unas heridas que llevan varios años sangrando: "No era rentable", "era un divo que no admitía que le tocasen una coma" y "era un pesetero".

Y de aquellos polvos vinieron 'De buena ley', 'Robin Food', 'Mujeres y hombres y viceversa' y 'Cámbiame' para dolor de muelas de David Cantero. Antes del verano Vasile decapitó 'Las Mañanas de Cuatro' con la intención de no engordar su estructura con periodistas que lo habían llevado a los tribunales. De la manga se sacó entonces un epílogo político de la factoría AR, comunicadora que nunca provoca que se descuelguen poderosos teléfonos porque apunta al niño Gabriel y a los que roban latas en el súper, en vez de hacerlo a los que saquean el cortijo.

El resultado es conocido por todos: la hora de comer de Telecinco sigue hundida y de paso se han cargado la franja más potente de Cuatro. ¿La solución estival? 'Ya es mediodía', pastoreado Sonsoles Ónega (íntima de una doña Letizia doliente porque ABC la coloca al nivel de popularidad del degenerado de su suegro), se ha inyectado clembuterol rosa y ayer se estrenó como tertuliana una rebotada del universo 'Sálvame', Alba Carrillo, menos molesta para el poder que Javier Ruiz o Jesús Cintora.

La modelo se prestó a airear las sábanas de sus ex en un show que pretende arañarle décimas de share al 'Corazón' de Anne Igartiburu. En la Corporación Pública no parecen preocupados por el asunto, ya que están centrados en relevar al niño bonito de Génova, Sergio Martín, elevado a los altares por insultar a Pablo Iglesias. Su recambio es Xabier Fortés, que se ha ganado con su tenacidad el sillón. Eso sí, el reivindicativo periodista deberá abstenerse de exhibir filias y fobias, tal y como hacía su paisano Jenaro Castro en 'Informe Semanal'.

En este mítico espacio contaron el sábado la verdad sobre Pablo Casado, al que los sorayos buscan hacerle la cama en involuntaria parodia de la caída de Borell ante Almunia. La atmósfera española saldrá ganando, la extrema derecha volverá a Rivera y un proceso democrático, nos guste o no el resultado, será invalidado desde oscuros despachos para alegría de una sujeta que tiene la misma ética que el saludador de negros.

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