Herrera, la radio piadosa de los obispos y el Aquarius










Ayer la prensa europea despertaba con alegría a Pedro Sánchez por su gesto con los 629 seres humanos que van a lomos del Aquarius. Sin embargo los locutores de la extrema derecha española se dedicaban a hacer análisis geopolítico en medio del drama. Fue el caso de la ex estrella de COPE Jiménez Losantos, que tiró de xenofobia. Y también el de Carlos Herrera, sucesor del anterior en la misma casa.

Decía Herrera que el gesto de Sánchez "es humanitario", pero desconfía de las intenciones de los socialistas: "Ahora comienzan los preparativos, el puerto de Valencia, el Gobierno valenciano... Ahora todos se apuntan a la carrera de a ver quién es el más bueno. Quién es el que más recoge, quién es el que más abraza a los refugiados... El alcalde de Valencia, Ximo Puig, el presidente de la Comunidad Valenciana... Bueno, hasta Torra ha dicho que traigan a todos aquí a Catalunya, que nosotros nos quedamos con ellos".

Y añade en la radio de los obispos, que se lo deben hacer mirar a la hora de acoger a ciertos periodistas: "Bueno, está bien el gesto, pero hemos de saber, y ha de saber el Gobierno, y sobre todo el Gobierno tiene que hacer saber que el gesto no puede repetirse. Es decir, no pueden ser nuestros puertos los únicos de la Unión Europea que acojan, porque cuando lleguemos 10 barcos, 10 barcos, eh, por el efecto llamada, qué está previsto hacer. Porque ya hay otro en camino, hay otro barco, en este caso, de una ONG alemana, que está... Pues vamos para allá".

Es decir, Herrera, patriota de pacotilla y cameo freak del último atentado musical de José Manuel Soto, dice que España y la "Marca España" se debe distinguir por el jamón y los toros, no por ser un país de acogida. Le faltó añadir: no vamos a ser nosotros los únicos gilipollas.

Más leña...

Herrera remata el monólogo demostrando que desconoce la labor de las ONG y de la misma Iglesia Católica que le paga el latisueldo: "Pero estas personas que vienen en este barco vienen como refugiados. ¿Y cómo se distribuyen? ¿Y quién los alimenta? ¿En qué condición entran? Porque, claro, si tú los admites y les dices que venga el barco aquí, luego no los vas a meter en un centro de internamiento. Le tienes que dar alojamiento, una asignación, tienes que tenerlos varios meses atendidos y luego intentar que se inserten socialmente en el puerto al que han llegado o en el lugar que quieran".

Demuestra el locutor que desconoce que el cardenal Cañizares está organizando ya la red asistencial en Valencia, que Cáritas reclama generosidad para acoger en España y que la Iglesia católica italiana ha atacado a su Gobierno por la infamia.

La labor española

España debe abrir con este tipo de gestos un debate sobre la política común de la UE en los países de origen de estos seres humanos. Pero esta acción de Sánchez no debe hacernos olvidar que España cuenta con siete CIEs, donde se hacinan miles de seres humanos a la espera de ser expulsados, y que este país miró para otro lado cuando quince seres humanos (ni migrantes ni hostias) fueron tiroteados en la playa ceutí del Tarajal sin que ni un solo Guardia Civil, por supuesto, vaya a ser juzgado.

De esto no sabe nada el piadoso Herrera ni el equipo al que acoge: Luis del Val, que llamó "maricones de mierda" a los promotores de una cabalgata de Reyes en Vallecas, o Salvador Sostres, que afirmó que el mundo menstruaba cuando murieron más de 300.000 personas en Haití. Porque Herrera es experto en otras materias: hoy se cumple un mes desde que llamase en COPE al presidente catalán "Quim Jong-Torra" porque "representa a la derecha más antisocial y más racista de Europa". ¿Estás seguro, Carlitos?









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