La decisión gubernamental de encargarle el cine a las televisiones por la fuerza ha tenido cinco consecuencias:
1- Se han encadenado auténticos taquillazos, no vistos con anterioridad.
2- Ha desaparecido la película mediana, que es la que crea empleo.
3- Se acabó el arte y ensayo: todo es comedia irrelevante.
4- Se están produciendo vetos por motivos políticos: Willy Toledo es el mejor ejemplo.
5- La calidad deja mucho de desear, tal y como analizó Óscar Jaenada en El Español: "Hemos vuelto a Pajares y Esteso, a una comedia como la de ellos. Es que ahora no me imagino a Fernando León vendiendo Barrio, o a Achero Mañas vendiendo El bola, es que no se las compraría ni dios, nadie le diría que les van a producir eso. Ya no pasan esas cosas, y es lo que hemos llegado y por lo que estamos trabajando fuera".
Y añadió: "Hemos llegado a un punto en el que el cine lo hacen todos menos los del cine. Lo decide la gente con traje, corbata y gomina, que para mí eso es sinónimo de ladrón. Si tienes traje, corbata y gomina eres un puto ladrón. Es como cuando era joven, si llevabas bomber, eras calvo y llevabas unas martins eras un tonto, pues ahora igual si llevas traje y corbata, ladrones, y esos son los que están haciendo el cine".
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