'Gran Hermano' disparó ayer sus datos en más de dos puntos tras alcanzar un aceptable 15% de share. Hasta aquí la parte positiva para Mediaset. Pero el lado nefasto es que este crecimiento se ha sustentado en un culebrón sobre una posible violación. La supuesta víctima, Carlota, anoche admitió de forma implícita este delito, pero explicó que no iba a tomar medidas legales contra José María: "Estoy de acuerdo con la expulsión de José María. Se dio un hecho grave y desagradable estado inconsciente. He decidido no iniciar cualquier tipo de procedimiento contra él porque fue importante en un momento de mi vida. Quiero dejar claro que ya no existe ningún tipo de vínculo emocional hacia él. No sé cómo va a ser esta segunda etapa en la casa".
Es decir, 'Gran Hermano' sostiene que hubo un abuso, el programa permite que una chica que admite el abuso entre de nuevo en Guadalix sin denunciar, dando un ejemplo infame y vomitivo, y Mediaset no suprime de forma inmediata este concurso. Recuerden que José María, que ni siquiera ha sido llamado a declarar y contra el que no existen pruebas explícitas, dejó caer que este caso está montado para que el reality-show gane audiencia, teoría también denunciada por Federico Jiménez Losantos.
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