¿Me lo dices o qué?

Mediaset agotó su paciencia con 'Me lo dices o me lo cantas', que iba a relevar a 'La Voz' en mayo y que finalmente ha llegado casi en agosto. Este desfase provocó algunas notas ridículas: Jesús Vázquez decía que el programa se emitía en fin de semana, Xavier Deltell pedía disfrazado de ministro de Hacienda que nadie hiciera la declaración de la renta en junio, el suicidado Blesa salía a relucir, Carmen Alcayde se estrenaba sin ser consciente de que se iba a caer de las galas posteriores, y las manidas primarias socialistas acabaron triunfando en la gala inaugural.

Pero como decimos, el programa se fue a talleres y ahora la intención de Telecinco era salvar los muebles. Cosa que lograron en parte, porque el espacio fue líder con un flojo 12,9% de share, pero como gazpacho veraniego no desafina demasiado. En parte porque lo han pulido en montaje, porque las letras tienen cierto ingenio, porque la corrupción de Aguirre y Rato y las tijeras de Montoro siguen siendo temas de rabiosa actualidad, y porque la directora es Eva Tovar, experta en estos formatos ('Pequeños gigantes', 'Levántate', 'Got Talent 2'). Faltaron un Toño Sanchís o una Rosa Benito para que 'Sálvame' utilizase el show como munición, por lo cual Paz Padilla seguirá tutelando el cortijo veraniego en el que se analizan la caída en desgracia de familias de juguetes rotos noventeros con problemas con drogas, véase Ángel Garó o Alonso Caparrós.

Es cierto que esta actualización de 'La Parodia nacional' no aguantaría un asalto en otoño, por lo cual han decidido hacer una voladura controlada como nuevo espacio veraniego, que contrasta con el atracón de cine añejo de Antena 3. Telecinco intentó acompañar sus realities, talents y series con un trío de espacios de entretenimiento familiar que han resultado fallidos: 'All you need is love...o no', que se despide el próximo lunes de la cadena con Pepe Navarro como plato fuerte, pero sin visos de volver; 'The Wall', que con Carlos Sobera al frente acumula derrotas ante 'Me resbala'; y este 'Me lo dices o me lo cantas', que pasará sin pena ni gloria. Pero ya saben, en esta época tampoco estamos para demasiadas exigencias.