Anoche Íker Jiménez celebró el programa número 500 de 'Cuarto Milenio' con un especial grabado en la Academia de Infantería de Toledo. El periodista vitoriano ha conseguido con sus jornadas maratonianas asentar la nave del misterio como uno de los programas más estables de nuestra televisión y uno de los productos estrella de Cuatro, con unas audiencias en torno al 10% de share.
A Íker, que cuenta con una legión de fans y otra de críticos, no se le puede poner en duda ni la pasión que exhibe ni la calidad del producto que oferta, pese que algunas voces científicas han puesto sobre la lupa a sus programas por las teorías que se deslizan en él.
El presentador también compatibiliza esta labor con sus programas de radio para Radioset, tras romper sus vínculos laborales con el Grupo Prisa, multimedia que veía con simpatía sus números en 'Milenio 3' mientras le despreciaba con su elitismo: no fueron capaces de premiar su labor en la radio con un simple Ondas y El País solo habló de él cuando vendió un millón de ejemplares de sus libro-vídeos.
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