Pillaron a contrapié en el sector de los informantes televisivos los sorpresivos fichajes de Irene
Junquera y Toñi Moreno, que han dejado sus labores en Atresmedia por sumarse a All you need is love...o no y Mejor imposible. Estas operaciones encierran una evidencia: Mediaset necesitaba renovar su catálogo de presentadoras por varios motivos.
Estos fichajes tienen algunas víctimas indirectas: es el caso de María Teresa Campos, que con la llegada de Mejor imposible ve como una de sus franjas favoritas, la tarde del fin de semana, se le cierra por ahora. Este hecho le hace aumentar su sospecha interna: Mediaset la quiere más como estrella VIP, tipo Belén Esteban, que como una presentadora al uso. De paso, la malagueña ve con frustración como a Terelu se le aleja su sueño de volver a presentar.
Tampoco estos fichajes suponen buena noticia para Sandra Barneda, que tras los patinazos de Un tiempo nuevo y Trencadís ha quedado relegada a presentadora de debates de realities. O Mercedes Milá, marginada sin cobrar en Be Mad TV tras su salida de Gran Hermano. Por no hablar de Carmen Alcayde, que lleva años sin gozar de la confianza de la cadena, o de Marta Torné, que acaba de fichar por Velvet Colección, hecho que evidenciaría que su salida de Cámbiame encierra una mentira: la catalana no dejó el programa porque Vasile le prometió una serie.
Las únicas presentadoras con cierta paz son Ana Rosa Quintana, recién renovada, Emma García, ojito derecho del consejero delegado de Mediaset, Lara Álvarez y Carlota Corredera, reforzada por el confort que le dispensa La Fábrica de la tele.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMenuda puta mierda de artículo... no tenéis ni puta idea jajaja
ResponderEliminar