El día que Carlos Herrera se llevó una cornada que lo retrata








Carlos Herrera, elevado por la chusma como comunicador estrella por su nacionalismo castizo más casposo, demuestra cada día cómo se ha hecho millonario: rebajando su ideología en sintonía con Mariano Rajoy, al que masajea sin preguntas incómodas cada vez que el gallego aparca la siesta, y desbarrando sin complejos con el que toca.

Hace unos días el andaluz llamó a Datxu Peris, la concejala de Guanyem Catarroja que había escrito sobre la muerte del torero Víctor Barrio, con el propósito de ridiculizarla. El problema para el andaluz es que la citada señorita no se acobardó ante la millonaria estrella y le dejó a la altura del betún. Herrera, refugiado infantilmente en la reiteración de una pregunta de malos modos, quedó retratado como lo que es: un periodista folclórico pícaro que ha aprovechado la desideologización de la derecha española para ser elevado al Olimpo por unos curas que financian la Intereconomía 2.0 mientras se olvidan de Cáritas, convertida en mera excusa para recaudar del IRPF común. Pasen y vean:




2 comentarios:

  1. mira que me dan asco los animalistas, sobre todo por fanáticos y cerriles, pero es que visto el nivel del ex de mariló cada vez van a ser más

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  2. Parece mentira que una persona así siga en la radio, despues de haber demostrado repetidas veces que además de impresentable es un maleducado. Que triste.

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