Internamente, en TVE, el fichaje de Bertín por la pública fue intrascendente en la primavera pasada; todos tenían en la pública los ojos puestos en Pablo Carrasco, ya que según los sindicatos este contrato tenía la intención de consolar al productor tras la cancelación de T con T, sustituto del polémico Entre todos, que fue un supuesto plagio de otro formato de Canal Sur con con el cual Pablo Carrasco se había divorciado de los mismos socialistas que lo habían colocado al frente de la citada autonómica y en el puesto de director de antena de TVE.
Es decir, que la lectura sindical en TVE fue "ahora que Carrasco está vetado en Canal Sur, el PP le compensa con un programa que tendrá como estrella a un señor, Bertín, que ha pedido el voto para ellos y que se pasea por los platós atacando a Podemos por Venezuela".
Porque hay que recordar que Pablo Carrasco "hizo carrera" como director general de la productora ZZJ, compañía fuertemente ligada a Canal Sur, como director general de Canal Sur y como responsable de Antena y Contenidos de la TVE en la primera legislatura de Zapatero. Por eso su imagen televisiva había estado ligada al PSOE hasta que la TVE de Mariano Rajoy le dio luz verde a Entre todos, formato similar a un éxito de Canal Sur; Tiene arreglo, algo que obligó a la autonómica andaluza a amenazar a Carrasco con una demanda por plagio y hecho que divorció al directivo de la televisión que dirigió.
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