En la tertulia de Jiménez Losantos se habló hace ya más de un mes el dossier que estaba circulando sobre Pedro Sánchez, que tras sortear sus manchas en Caja Madrid podría ver comprometida su carrera. Ya saben la noticia; Voz Pópuli ha desvelado que su suegro poseía varios prostíbulos masculinos en Madrid y otras ciudades. Hasta aquí nada que achacarle, pero da la circunstancia de que se está hablando con fuerza del siniestro regalo de bodas que podría haber recibido el líder de los socialistas; el chalet en Mojácar donde veranea, cuyo dinero podría haber salido de negocios tan poco sociales.
La Sexta sorprende
El programa La Sexta Columna, presentado por Antonio García Ferreras y elaborado por los servicios informativos de la cadena, se sumó este viernes a la campaña de la derecha de anunciar el apocalipsis sobre nuestras pensiones, deseo histórico del Ibex para que se privaticen las mismas, que supondría un jugoso negocio para todos menos para unos; los débiles.
Podemos y el resto
Manuel Jabois abrió este sábado su artículo en El País de forma magistral: "La izquierda siempre ha tenido un problema; los partidos de izquierda". Esta frase resume la crisis de la izquierda española, que vive una guerra civil interna desde hace ochenta años. Pero algunos siguen soñando con que Podemos llegue vivo al 20-D, cosa que podría hacer, ya que hasta las encuestas prefabricadas por los dependientes del papel otorgan unos resultados que el PCE nunca soñó ni con rozar. El partido de Iglesias fragua jugosos pactos; en Catalunya con Ada Colau, en Valencia con Compromís, en Galicia con Anova, en el resto del Estado con Equo y en la capital del mismo con Manuela Carmena como aval.
Pero ya saben, junto a Podemos se encuentra Unidad Popular, plataforma que integrará Ahora en común, que integra a su vez Izquierda Unida, que solo ha podido mantener un pacto autonómico interesante, con la CHA en Aragón. No sabemos si Unidad Popular, con Garzón de líder, Sotillos de guardaespaldas y Mongolia y El Diario mimándolos, será extraparlamentaria como La Izquierda, candidatura que lidera Baltasar Garzón mientras Llamazares se lo piensa, y como Convergencia por la Izquierda, partido impulsado por la secta que gestionaba Izquierda Unida de Madrid.
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