Mediaset aparta a su directora más cara, RTVE sigue con negro futuro y Victoria Vigón recibe la carta más dura







Sandra Fernández no continuará como directora de Un tiempo nuevo en su nueva etapa de Cuatro, con Cuarzo, productora de Ana Rosa Quintana, como nueva encargada del proyecto. La canaria, que es la gran culpable del fracaso del fracaso de la tertulia política, seguirá ligada a Mediaset mediante Mandarina producciones, pero eso sí, sin el crédito de antaño, ya que el citado programa ha sido el mayor fracaso de la temporada para Telecinco. El problema de la cadena con la directora canaria es su sueldo; alrededor de 100.000 euros anuales, por lo cual en la cadena se está rumoreando que la cúpula de la productora podría rescindirle el contrato. La nueva etapa de Un tiempo nuevo cambia de director y también de presentador, ya que Sandra Barneda no continuará en el programa y relevará a Ana Rosa por las mañanas.

Lo que tampoco funciona es RTVE. Y es que la Corporación pública sigue haciendo aguas desde que Zapatero quitó la publicidad, hecho denunciado por José Antonio Sánchez en el Parlamento: "No es posible mantener en el tiempo una televisión de calidad a largo plazo porque el sistema de financiación no es viable y esto o se reforma o no sale. Como diría Belmonte: O te quitas tú o te quita el toro".

Por último, Víctoria Vigón, directora de informativos de Castilla-La Mancha Televisión, ha recibido una dura carta de Diana Gutiérrez, que fue becaria suya:

"Durante nueve meses, fui becaria en Castilla la Mancha televisión. Una experiencia sin duda inolvidable para una estudiante de periodismo en ciernes. Mi experiencia, sin embargo, siempre estuvo 'manchada' por la sombra de Victoria Vigón. Mientras el resto de compañeros (periodistas reputados y profesionales) me prestaba su ayuda a diario para crecer personal y profesionalmente, de parte de Vigón, tanto yo como el resto de becarios, sólo recibíamos indiferencia y en ocasiones, cierto desprecio. Para ella, invertir minutos en nosotros era una total y absoluta pérdida de tiempo, sólo por ser "simples becarios".

Los gritos, malas caras y peores formas eran prácticamente "nuestro pan de cada día", y cuando Victoria entraba en 'la pecera' (plató del informativo) cualquier cosa podía pasar. A veces, no tenía claro si sus "eres gilipollas", o "esta gente es imbécil" eran leyendas de redacción. Tras escuchar los audios y leer la sentencia, tengo claro que no.

Vigón faltaba el respeto a todo el mundo, igual no siempre con un insulto, pero sí con su indiferencia o ironía. Además, había días que podíamos pasar toda la jornada de trabajo cambiando una y otra vez el mismo texto porque a ella no le convencía o como me dijo una vez, porque era "demasiado lioso para leerlo en directo." A lo que añadió:" Niña, ¿quieres que me equivoque?". Como supondrán esa mañana le repetí una y otra vez que "por supuesto que no", pero dentro de mí, no estaba tan segura de la respuesta".

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