El caso de Patricia Conde es equiparable a miles de casos españoles. Un matrimonio con hijos se divorcia, y si vives en Suecia seguramente compartirás custodia, ya que el 90% de los avanzados escandinavos lo hacen, pero si vives en España, solo te los quedarás si eres su madre, ya que el porcentaje da la vuelta respecto a Suecia.
La presentadora comenzó una guerra pública contra su ex marido, Carlos Seguí, y el pasado martes deberían haberse visto en los tribunales de Alcobendas, pero la vallisoletana no apareció alegando "motivos laborales", cuando esa misma mañana escribió en Instagram: "¿Y qué se hace en vacaciones?¿Irse de fiesta desenfrenada a Cuba, México o Miami? ¡Error! Las mamás hacemos limpieza de armarios. Desde el 13 de noviembre estamos de vacaciones. Ya hemos grabado los 10 programas de 'Killer Karaoke', pero en un mes estamos grabando más. Voy a seguir con las tareas del hogar y a disfrutar de los 30 días libres".
¿Sería la limpieza de los armarios la causa de los "motivos laborales"? No lo creemos. Lo que sí que sabemos es que esta pájara, a la que ahora no le ha quedado más remedio que volver con el rabo entre las piernas a Mediaset, está hundiendo su imagen. No sabemos quien la asesora, pero no lo puede hacer peor, porque peor no se puede quedar cuando se publica que su ex marido viajaba a Mallorca para ver unas horas a su hijo, y la Conde no le abría la puerta.
La que mejor describió el caso de infantilismo de esta presentadora lamentable fue Pilar Eyre: "Los hechos son que te has separado de tu marido y quieres que él se se separe también de vuestro hijo. Vamos, que se presenta en Madrid desde Mallorca ante las puertas de tu casa y tú no lo dejas pasar ¡y te fotografías haciendo la uve de victoria! No entiendo tal despropósito, rubia".
No hay comentarios:
Publicar un comentario