Anoche llegó como una simple propuesta veraniega El Chiringuito de Pepe, y lo hizo con la complicidad del espectador, ya que logró 4,6 millones de espectadores y un impresionante 24,6% de share. Es el mejor estreno de una serie en Telecinco desde que Aída aterrizó hace nueve años y medio.
Eso sí, para frenar la euforia, hay que decir que es muy complicado que una serie como esta mantenga esos niveles de audiencia, ya que es una serie de ocho capítulos pensados para el verano y las tramas seguramente no darán para más.
La serie tiene un peculiar toque fresco, quizás por la amalgama de humores o por los escenarios naturales de Peñíscola, que hacen que la serie respire.
El reparto no está mal; Santi Millán-que por tercer verano seguido vuelve a Telecinco, tras dos temporadas de Frágiles-, Jesús Bonilla poniendo el toque "cromagnon"-con un personaje muy parecido al que interpretaba en Los Serrano-, "El Langui" o la espectacular Dafne Fernández.
El capítulo de anoche, que para ser el primero no está mal, fue de más a menos, arrancando en una parodia de Chicote-un gran cocinero ve con horror la pésima comida y suciedad de un restaurante- y quedándose al final en un gran poso de tramas sensibleras y poco creíbles. El pastel además estaba rematado por una historia de amor infantil y por la demostración de que los chulos también tienen su corazoncito. Esperemos que tire más hacia la comedia, tan necesaria en estos tiempos, que hacia una mezcla insípida de mermelada y almíbar. Ayer no estuvo nada mal, pero no remataron bien, con esa trama de rescate acuático. En líneas generales se ganaron el aprobado y se merecen una oportunidad del espectador.
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