El pasado viernes en el plató del Deluxe se vivió una de las grandes broncas de la historia del programa. Oriana, ex tronista de Mujeres y hombres y viceversa y ex concursante de Supervivientes, acusó a Kiko Hernández de urdir un supuesto montaje en la relación infiel entre ella y Adrián, que ha propiciado la ruptura entre Oriana y Tony, que actualmente parasita en la isla televisiva.
No es la primera vez que se acusa a Kiko Hernández de montajista y manipulador. Él mismo, tras dejar la televisión, reconoció que no se había comportado bien en los platós y que lo hizo por dinero, mintiendo e insultando al personal. Esas palabras las hizo en una entrevista para La Noria, donde dio a conocer el cáncer de pancreas que padeció. Incluso algunos enemigos televisivos, como Pipi Estrada, acusaron al colaborador de Sálvame de inventarse la enfermedad para volver a televisión. Lo que sí es seguro que se inventó fue su homosexualidad, ya que en los inicios de Sálvame se montó un casting para encontrarle varón. Y también el año pasado se inventó una depresión, que le hizo abandonar el programa durante unos meses. No era una depresión, era uno de los habituales descansos que propicia Sálvame a sus colaboradores para que los espectadores no se agoten. Mila Ximénez por ejemplo, adujo una bronca con los responsables del programa para desaparecer, cuando se estaba haciendo una operación estética.
Kiko Hernández además tuvo problemas con la justicia tras no pagar a los trabajadores de su inmobiliaria, en un caso destapado por Interviú.
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