La ruina de Chayo Mohedano

Desvela Saúl Ortiz en El Semanal Digital los duros momentos que está pasando la economía de Chayo Mohedano tras su despido de Telecinco;

"Estoy muchísimo mejor", me escribió Rosa al caer la tarde. La mejoría de la colaboradora de Sálvame es notable. Aunque sigue un fuerte tratamiento farmacológico que tiene que ser combinado con terapia psicológica, ha recuperado el amor por la vida. Atrás quedaron los días en los que en su horizonte sólo había oscuridad. Es una mujer nueva, una luchadora infatigable, cuya única intención es volver a sonreír. Lo conseguirá, pues está en buenas manos, a pesar de los pesares.

Sin embargo, la presencia mediática de su hija Rosario Mohedano le hace flaco favor. Es como si no quisiera despojarse del papel de torpe nacional. Error tras error, ya parezco convencido de que busca en lugar de encontrar. Quiere y necesita ser carne de cañón. Qué cosas. Me cuentan que la otrora colaboradora de Qué tiempo tan feliz busca la fórmula magistral para tener mayor presencia en los medios. Aunque no descarta participar en un programa de televisión si la remuneración es interesante, su principal motivación es ahora protagonizar las páginas centrales del Hola.

Me cuentan que podría anunciar noticia inimaginable. No creo que haya querido ampliar la familia, sobre todo porque la situación económica del matrimonio es ya más que preocupante. Andrés está a punto de echar el cerrojazo a su negocio de reformas y Chayo acepta actuaciones festivaleras por menos de mil euros. Habrá que ver si alguna publicación compra el reportaje propuesto, ya que en Navidad ninguna se interesó por un posado con niños incluidos. No tiene credibilidad ni peso suficiente.