El porno comercial parece que está últimamente en sus horas más bajas: no tiene el morbo añadido de poder ser compartido 'fuera de casa', y por eso proliferan ya como hongos las redes sociales que proporcionan alternativas a las clásicas de toda la vida, esas donde ventan al más osado/a a la primera de cambio.
A opciones como Fuckbook (la versión XXX de Facebook) o Pinsex (un Pinterest más caliente) se añade ahora Pornostagram, que tiene todas las ventajas de Instagram pero permitiéndote mostrar tu potencial porno con más de 15 filtros diferentes sin correr el riesgo de acabar en la cárcel, o ser denunciado por el vecino cotilla de turno.
Y es que estrellas porno como Stoya se han quejado desde hace tiempo de que Instagram (hoy propiedad de Facebook) no permita mostrar fotos de desnudos, y que las cuentas que lo hagan se vuelvan acreedoras a la suspensión parcial o total.
UNA RED PRIVADA
De nuevo se trata de una sociedad de tecnócratas que está aprendiendo a hacer usos creativos de su libertad, por lo que opciones como Pornostagram se harán más y más populares (exceptuando el asunto de que, a diferencia de Instagram, Pornostagram requiere una suscripción de $4 USD al mes).
Pornostagram es una red social relativamente privada, con 10 mil usuarios apenas, aunque sigue creciendo rápidamente.
Funciona como una página porno, con tags, categorías y ranking de usuarios; pero una de las diferencias que lo vuelven interesante (y no solamente un recurso para material masturbatorio) son los retos temáticos en forma de concursos: #foodporn, #shadows, #vintage, etc., que son en cierta medida formas de socializar la creación de imágenes para el disfrute público y privado.
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