Lo de Siro y Josep



Lo que parecía una simple ruptura profesional marcada por la ley de la oferta y la demanda se ha convertido en un culebrón lleno de mensajes subliminales y dardos envenenados en la medianoche deportiva. Josep ahora pagará el veneno de Siro. Veneno con el que tanto había disfrutado el comunicador catalán cuando veía como Siro lo lanzaba a los demás. Siro constituía junto a Roncero el "ala dura" y blanca de las tertulias de Pedrerol junto a Tomás Roncero.

La historia tal y como la cuentan ambas partes parece sencilla y entendible; Siro recibió el pasado noviembre una oferta de Mediaset-quizás la que luego aceptó José Antonio Luque como editor de Deportes Cuatro 2-. Y el gallego rechazó la oferta porque la situación en Punto Pelota era insostenible-llevaban medio año sin cobrar- y no era el momento de desunirse.


En diciembre todo el equipo fue "despedido" de Intereconomía y en enero aterrizaron en Nitro. Entonces con la nueva situación Siro pidió más trabajo; es decir, más colaboraciones en Jugones y en El Chiringuito y mejor pagadas. Lo de mejor pagadas duró quince días-entre el 15 y el 30 de enero- y lo de más presencias no duró nada porque Pedrerol le ponía excusas para no llevarlo a Jugones. Pero llegó febrero y Mediaset volvió a llamar a la puerta de Siro ofreciéndole un contrato de dos años para trabajar en la redacción de Deportes Cuatro, para polemizar en Tiki Taka y para narrar basket en el próximo Mundial. Y entonces Josep quiso retenerlo a toda costa, incluso llegándole a ofrecer copresentar Jugones-¿Qué pensará Lara Álvarez de esto?-.

Esta semana El Confidencial Digital adelantó la exclusiva de la marcha del gallego, las redes sociales "mataron" a Siro por "Figo" y "Judas" y Josep quiso quedar bien con el público pidiéndole perdon al "Lobo". Siro entonces se sintió traicionado por Pedrerol y este jueves entró con fuerza en Tiki Taka, donde en una surrealista rueda de prensa recordó los incumplimientos de Pedrerol con él. En El Chiringuito intentaron "contraprogramar" el estreno con varios dardos de Pedrerol a Siro-"En este programa o estás entregado o no estás" o "Celos aquí no"-, cantaron una canción de David de María en una "performance" patética con veinte tertulianos y estos mantearon a Pedrerol prometiéndose amor eterno y unión de por vida o al menos mientras Mediaset no les presente la misma oferta que le han hecho a Siro.

Lo de Josep fue ridículo, entre un Sorpresa, sorpresa con extra de almibar y un grupo de hipócritas con risas fingidas. Parecía una verbena de pueblucho donde el mundo etílico se mezcla con ciertos olores brutales. Josep interpretaba a un tipo feliz y desinhibido, pero por dentro está jodido. Y lo está porque ha perdido a su número dos moral. El que le calentaba una tertulia aburrida, el que soltaba esas frases políticamente incorrectas que él también pensaba, el que atacaba a los compañeros de prensa sin complejos, el que defendía a Mourinho sin rubor y el que hacía una defensa cerrada del madridismo más perverso-porque lo triste de todo es que el infantil Roncero piensa lo que dice. Este Siro es más listo, ya que dice lo que conviene al negocio-. Ha perdido Josep ha su cómplice malvado y ha perdido hay que decir a uno de los puntales de su programa. El proyecto de Pedrerol se desangra; Jugones no funciona y El Chiringuito pese a tener imágenes está empeorando los resultados de Punto Pelota-los cortes de publicidad están lastrando al programa-. Veremos si el inseguro Pedrerol aguanta como propagandista mayor de Florentino o deja el periodismo. Algún malvado pensará que lo dejó hace mucho tiempo.

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