Un año más, el desfile televisado de Victoria’s Secret en Nueva York ha sido todo un éxito, liderando su franja de audiencia. La CBS ha vuelto a hacer su agosto con la emisión del show de esta conocida firma de lencería estadounidense, que mantuvo expectante a más de 9.700.000 espectadores, lo que supuso 3,4 puntos demográficos en la franja de edad comprendida entre los 18 y 49 años. Un auténtico filón para los anunciantes que desean acercar sus productos a aquellos televidentes atraídos por ver en acción a las modelos más cotizadas del momento desfilando al ritmo de la cantante country Taylor Swift.
El esperado espectáculo, en el que las propuestas de ropa interior llegan a ser eclipsadas por la belleza de sus protagonistas, continúa siendo una gran apuesta de la CBS. Todavía es así, aunque no se haya logrado anotar los excelentes datos que se alcanzaron en 2011. Ese año, la cadena batió su propio record de audiencia desde 2002, congregando frente al televisor a cerca de 10.300.000 espectadores que se quedaron prendidos de las curvas de Adriana Lima, Alessandra Ambrosio, Jessica Hart, Devon Windsor, entre muchos otros 'ángeles' de la compañía lencera. En 2012, las maniquís volvieron a pisar la pasarela, aunque con peor resultado. 9.400.000 personas presenciaron el show desde sus hogares.
Líos y trifulcas en el paraíso
Cara Delevingne con un vestido similar al diseñado por Antonio Berardi Pero esta importante cita para el mundo de la lencería no sólo copa titulares por las sensuales modelos que forman su elenco, ni tampoco por las originales propuestas para la próxima temporada. De hecho, entre las numerosas polémicas que rodean este show destacan las acusaciones de plagio. Este año, un conocido rostro de la moda prestó sus servicios a Victoria’s Secret y lo hizo enfundado en un modelito negro de transparencias. Se trataba de Cara Delevingne, que desfilaba ajena a los comentarios que señalaban que su atuendo es sospechosamente similar al presentado por Antonio Berardi para la colección primavera-verano 2010.
No fue la única en salir al escenario con conjuntos supuestamente calcados, pero tampoco este fue el único escándalo. La artista invitada para poner ritmo a la cita fue Taylor Swift, que no se dejó eclipsar en ningún momento por sus compañeras de pasarela ligeritas de ropa. Esto no sentó bien entre algunas de las modelos, pero Jessica Hart fue la única que alzó su voz para quejarse de la presencia de la cantante: “Creo que es genial, pero para mí no encaja. Las que estamos aquí es porque hemos estado trabajando durante muchos años y tenemos la experiencia que se necesita”. Sus palabras tuvieron una rápida y fulminante respuesta: fuera del ‘olimpo’ de los ángeles de Victoria’s Secret. Despedida.
Vía; Vanitatis
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