PSC y PSOE se divorcian en Catalunya

Le ha salido la jugada redonda a Rosa Díez. Ha logrado con su propuesta/trampa parlamentaria demostrar la distancia que separa al PSOE, totalmente en contra de una votación sobre independencia, y al PSC, que dice ahora que nunca votará en contra del derecho a decidir, pese a que en esa utópica votación promoverían el "no".
"Catalunya necesita una alternativa socialista", dice Alfonso Guerra, que piensa que habría que abrir una federación socialista en Catalunya porque el PSC tiene posiciones cercanas al nacionalismo, posición antagónica al socialismo. Debiera dar un puñetazo encima de la mesa Rubalcaba y romper este pestilente acuerdo que humilla a todos los socialistas que se sienten españoles, algo que no pasa en el PSC.
Alfredo sigue en su posición cobarde de no afrontar los problemas. Encima quiere que el tema catalán no salga en la próxima conferencia política. Hay que romper cuanto antes con los traidores del PSC, ya si el PSOE quiere seguir siendo un referente nacional no puede tener unos representantes que están traicionando a sus bases y a sus votantes. Las élites catalanistas han travestido un partido histórico que se ha convertido un pelele de la cleptocracia nacionalista que fundó "el suizo" Pujol.