Este pasado martes pasaba por el Foro de Nueva Economía Alfonso de Salas, presidente y editor de El Economista. Este periódico está en el punto de mira con sus malos resultados; este mayo caía su difusión en la OJD en un 20%, quedándose en 20.000 ejemplares diarios-5.000 menos que hace un año- y distanciándose a 10.000 ejemplares de Expansión, el eterno líder de la prensa económica-con Cinco Días pisándole los talones a tan solo 2.000-.
Encima se confirmaba que se ampliaba el ERTE-reducción de horario y salario- por tercer año seguido en un 20%, que el diario ha perdido 12 millones de euros desde 2009 y que se ha reducido la publicidad impresa en El Economista en alrededor de un 10%.
Con todos estos problemas de fondo Alfonso dijo que con la crisis publicitaria "se ha acabado con la independencia de los medios y estos tienen que parar y esconder exclusivas".
Se refería a Bankia y al Caso Blesa. Después se refirió en una entrevista a PD en estos términos; "PRISA recibió 400 millones de euros de préstamos, Vocento uno de los años de Blesa se llevó 12 millones y Unidad Editorial tuvo publicidad y patrocinio en cantidades elevadas".
El director de El Economista, Amador Ayora, apuntó por su parte hacia el Grupo Libertad Digital; "Jiménez Losantos ha cargado algunas mañanas contra nosotros por publicar el crédito de 3,5 millones de euros que le concedió Bankia a Alberto Recarte (ex-presidente de LD)".
Amador aprovechó también para decir que los en años que lleva como director nunca ha recibido presiones-excepto una de Monteira cuando ZP negociaba el rescate-. El director contradice al editor que insinuó las presiones continuas. Es curioso también que El Economista que atacó el martes a todos sus compañeros con el Caso Bankia excepto a Intereconomía, que recibió varios millones de euros para lanzar La Gaceta.
Alfonso ha sido incapaz de articular un proyecto serio con El Economista, que ha sido rematado con la crisis. Este empresario fue acusado en el libro de Diaz Herrera, Pedro J. al descubierto, de traidor a su hermano-el fallecido Juan Tomás- por dejarle en la estacada en Diario 16 y sobre todo por negarse en los últimos años en la vida de su hermano a comprarle desde El Mundo la revista Historia 16, con la que Juan Tomás cubría todas sus deudas. Poco después Alfonso contrataba a toda la redacción de Historia 16 y la convertía en La Aventura de la Historia.
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