Arguiñano renueva a la baja con Antena 3 y rechaza participar en Top Chef

Veintidós años lleva Karlos Arguiñano alegrándonos los mediodías con su espacio de cocina. Y los que le quedan; por que acaba de renovar su contrato con Antena 3.
Pero la renovación no ha sido la soñada por el cocinero de Beasain, ya que por primera vez en su carrera ha renovado por solo un año, cuando siempre renueva por tres.
Se le suma a esta renovación a corto plazo la rebaja de los emolumentos que recibirá el cocinero, que pasa a facturar once millones de euros anuales a solo seis, cantidad similar a la que recibía en Telecinco. Hace tres años Karlos cambiaba de cadena para levantar las tardes de Antena 3, algo que no logró él y que sí hicieron los concursos de Sobera y Arturo Valls.
Arguiñano la pasada temporada tuvo que ser metido con calzador por los programadores en las mañanas de Antena 3, entre los éxitos de Espejo público y La ruleta de la suerte.
Es indudable el tirón comercial del vasco, pero en cuanto a audiencias su seguimiento ha caído demasiado. La pasada temporada el share cayó hasta el 13%, y esta temporada ha logrado remontar dos puntos, gracias al buen funcionamiento en los meses primaverales.
La rebaja del dinero que percibirá Arguiñano tiene que ver con el trabajo menguante para su productora. Karlos estas tres temporadas ha producido para Antena 3 espacios como Cocina con Bruno, Cocina conmigo o Cocina con sentimiento, que no volverán la próxima temporada. La razón principal es el éxito de las telenovelas en Nova, el canal donde se emiten estas producciones, que hace prescindible la emisión de estos programas-los que sí seguirán son los clásicos Bricomanía y Decogarden en el fin de semana-.

Arguiñano además ha rechazado la oferta de Antena 3 para participar como jurado en el nuevo reality Top Chef-con similares características a MasterChef-. La cadena quería que compartiese protagonismo con Chicote, popular en los últimos tiempos con Pesadilla en la cocina.
Pero a Arguiñano no le agradan estas aventuras "madrileñas". Él está orgulloso de poder vivir y sobrevivir en la costa vasca, a centenares de kilómetros del cogollo televisivo madrileño.