TV3 acaba de estrenar un documental sobre los hechos del Palau de la Música llamado El consell de guerra, con Jordi Pujol como "bueno" de la película.
En vez de investigar el robo sistemático de Pujol-no roba España, roban Pujol y sus amigos- la cadena pública catalana se dedica en gastarse la pasta en pasarle un baño de barniz sobre el vejestorio acusado de corupción. La propaganda grotesca que este documental suponen una estafa para los catalanes y los motivos ocultos de este estreno, justo en este momento, son de juzgado de guardia.
El estreno de espacio palanganero pone a la TV3 al nivel de la peor Telemadrid.
Todo esto tras estrenar tres documentales secesionistas-¿Adeu España?, Hola Europa! y ¿Esto no funciona, o sí?- que vienen a calentar un clima de independentismo a través del victimismo y de la grotesca manipulación histórica de Catalunya como región.
Es bien penoso la manipulación de una cadena autonómica, pero como en nuestro país ya estamos acostumbrados parece que no pasa nada, cuando sí debiera pasar.
También a ese clima se suman los grandes multimedias que se han vendido al nacionalismo, que distribuye entre los colegas parte del presupuesto para que Godó y el inútil de Asensio hijo se hagan más ricos.
La Vanguardia-con sus medios satélites RAC 1 y 8 TV- dejó atrás sus clásicas posiciones "centristas" para abrazar al independentismo radical. Al igual que ha hecho El Periódico, ayer urbano y socialista y hoy nacionalista y secesionista.
No le basta a Ciu los apoyos de los residuales Avui o Ara-órgano nacionalista con escasa tirada-. Para dar un golpe de autoridad y tapar su desastrosa gestión de la crisis, el partido de Mas ha abrazado el independentismo-al menos por ahora-, para perpetuarse en el poder y seguir robando a destajo.
La fiebre independentista de otoño fue en parte vacunada desde Madrid con las exclusivas del escándalo de los Pujol y compañía, que supusieron la pérdida de la mayoría de Ciu en las pasadas elecciones y el ridículo perpetuo de Mas. Pero ahora hay que limpiarle la cara al patriarca ladrón de Pujol y para eso están los cachorros de TV3. El juego sucio y la falta de medios críticos con el poder en Catalunya son muy peligrosos para el correcto funcionamiento de la democracia en esta comunidad autónoma.
Pero mientras pasa el tiempo Ciu se mantiene en el poder y ERC se confirma como alternativa. O sea el nacionalismo derechista "moderado" y el independentismo izquierdista "radical". Los partidos "españolistas" ni están ni se les espera. La inactividad del PP beneficia a otras fuerzas como Ciudadanos y el PSC ha pasado a mejor vida tras la traición de sus dirigentes a sus bases españolistas. Pero en Ferraz a Rubalcaba como "interino" le ha faltado coraje para ganar el pulso y abrir una sucursal en Barcelona con el nombre de PSOE y encima este ha mostrado una evidente falta de poder al dejarse chantajear por un político que no ha empatado con nadie llamado Pere Navarro.
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