La guerra civil del madridismo.

José Mourinho provoca tanto amor como odio con su actitud y su fuerte carácterfans no pueden negar su mala educación y su propensidad a pisar charcos-la eterna pregunta que dice si el fin justifica los medios-.
. Sus detractores no pueden negar su carrera plagada de éxitos y sus
Esta guerra civil merengue se ha recrudecido esta semana con la rueda de prensa de este martes, donde "Mou" increpó al periodista de Onda Cero Fernando Burgos y encima no le dejó responder-transcripción PD-;

Fernando Burgos: Por primera vez desde que está en el Madrid el equipo lleva siete partidos oficiales encajando goles y solo ha dejado una vez la portería a cero en uno de los últimos doce. ¿A que achaca usted que el equipo esté así defensivamente.

Mourinho: Yo lo achaco al rendimiento del equipo. Principalmente en este caso, este portero [Diego López] esté teniendo actuaciones solo criticables por alguien que no es imparcial. Por ejemplo usted...[saca un papel del bolsillo] tengo unas palabras suyas de hace unos años atrás [lee]: 'El jugador X juega por decreto. No acepto que haya titulares por decreto y que un jugador juegue esté como esté. Un entrenador que concede este privilegio perjudica al jugador. No se puede hacer a un jugador titular por su status. El palmarés no puede hacer alineaciones. No pasa nada porque juegue el que mejor esté. Se deben luchar por todos los títulos con los jugadores más en forma, no con los jugadores con más historial'.

Y me quedo aquí porque ya sabemos que usted no es imparcial en sus análisis.

Desde entonces Burgos se hizo una tournée mediática  para quejarse del trato de portugués y para tildarlo de "cobarde".

Lo que es evidente es que hay una guerra civil en el madridismo con "Mou" en medio. Unos le apoyan incondicionalmente y otros lo odian a muerte. No hay término medio o al menos eso parece.
En el bando que machaca todos los actos del portugués se encuentran la mayoría de periodistas, muchos de ellos que pertenecen o han pertenecido a Prisa, ya que el pulso del entrenador a Valdano-el gurú deportivo del multimedia desde siempre- fue visto con desagrado por estos;

*Santiago Segurola; que tiene una visión elitista y "progre" del fútbol y que anda dolido desde la salida de su amigo Valdano-.
*Relaño; que odia el antimadridismo creciente en los campos.
*Lama; que aprovecha cualquier oportunidad para atizar a Florentino desde que el empresario pidió su cabeza.
*Y una larga lista de otros muchos-Meana, Burgos, Ares, etc-.

Estos no son capaces de reconocer el creciente nivel madridista en competiciones y no son capaces de reconocer las innumerables virtudes de Mourinho como entrenador.
Además han visto como un sacrilegio que uno de los símbolos más populares del club blanco, Iker Casillas, sea relegado a la suplencia-pese a su penosa temporada, pese a los continuos pulsos públicos a su entrenador y pese al gran rendimiento de Diego López-.


En el otro bando se encuentran twitteros, ultrasur y un ramillete de periodistas de "brocha gorda";

*Josep Pedrerol; defensor a muerte de Florentino y de "Mou", la mayor parte de las veces con un discurso radical y egocéntrico que recuerda al peor García.
*Además de una lista de periodistas menores como Siro López-la voz de su amo-, Juanma Rodríguez-atención a sus artículos incendiarios en Libertad Digital donde ataca al AS-, Roberto Gómez-palanganero habitual y gañotero oficial del reino-, Julián Ruiz-siempre queriendo llamar la atención- y "Josevi" Hernaez-que escribe en el Marca con su tono tabernario años 60-.

Estos se suben a un caballo loco llamado Mourinho y le perdonan todos sus pecados-el dedo en el ojo, el "yo no entrenaría al Málaga" o las palabras contra el fallecido Preciado-.
Los malos modos, la mala educación y el odio creciente de antimadridismo son preocupantes.
Pero si miramos las etapas inglesas e italianas del portugués veremos que el modus operandi de José es similar en todos los países; atacar al rival directo-ahora en Onda Cero le han sacado cuando atacaba a Cristiano Ronaldo cuando el delantero jugaba en el Manchester-, presionar a los árbitros, tener una tensa relación con la prensa, hacer en el vestuario buenos y malos y pisar todos los charcos posibles para que se hable lo menos posible de su fútbol ultradefensivo.

Es una guerra que divide a los madridistas y que parece que concluirá en junio para beneficio o perjuicio del Madrid. El tiempo pondrá a cada uno en su sitio.