"Perdidos en la ciudad", el montaje del director.



Sigue el recorrido del reality "Perdidos en la ciudad" en 'Cuatro'. Es la versión inversa de "Perdidos en la tribu", donde esta vez las tribus visitan estupefactos la civilización.
La gracia de este programa es enseñar a los estupefactos visitantes los inventos del último siglo; la luz, el agua corriente, el teléfono, la televisión, etc.
Aunque sorprendentemente lo que más les extraña a ellos es nuestra vida de ocio. No pudieron entender el porqué de las corridas de toros, algo que nos pasa a muchos.
Este experimento sociocultural de coger a gentes que "viven" en el siglo XVII y zambullirlos en el bullicioso siglo XXI es bastante curioso, pero no deja de tener el espacio un tufo a falso que tira para atrás. Una cosa es que no tengan coche o barco y otra es que no lo hayan visto nunca.
Se dijo hace unos años que en muchas de estas tribus podían ver la televisión de una manera muy precaria, por lo que no cabe la extrañeza de ellos ante algunas situaciones.
La sombra de montaje ya sobrevoló el programa, al denunciar la Fundación CEAR -una ONG que ayuda en algunos lugares de África- el teatro del programa y que se sacara a los miembros de las tribus de sus hábitats para "inventarse" unas nuevas localizaciones;


Este trabajo que llevamos casi 3 años realizando se ha visto afectado por la presencia del reality. El resultado del programa es el siguiente: bajos pagos a los bosquimanos, a los cuales sacaron de sus comunidades durante 1 mes, y los llevaron a otras localizaciones en las que nunca han vivido en una actuación teatral para “mostrar”. Las familias se fueron, precisamente, en pleno periodo de cultivo (el único que pueden realizar en el año, ya que dependen del agua de lluvia), dejando sus campos desiertos, con la disminución de todas estas familias en la participación en su producción. La consecuencia para los niños también ha sido terrible, pues se han visto forzados a dejar el colegio todo el mes para participar en este show”. 

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