"Cuéntame..." cuando había cultura en la tele.




Volvió "Cuéntame cómo pasó" con su decimocuarta temporada. Nuevos bríos, estética ochentera, más comedia y homenajes a "La Movida madrileña".
Imanol Arias ha declarado que la serie "es un bien cultural de inversión muy grande". Y es verdad, porque una serie de esta calidad "hace país".
Nos recuerda lo que fuimos de una manera impecable -con nuestras grandezas y miserias- y además nos ofrece en la cadena pública una de las raciones de alta ficción, una de sus misiones como "la televisión de todos".
A "Cuéntame..." se le han achacado muchos errores que seguramente merezca -como despenalizar el Regimén anterior o colocar el ideal de familia media con gastos y adelantos de familia rica-. Pero lo que no se le puede negar es la calidad máxima de una serie que ha marcado una época, encima con un recorrido muy exitoso en cuanto a audiencia y premios.
Será sin duda uno de los pocos aciertos de Aznar en la pública -él mismo insistió para que la comprara 'TVE' cuando le contaron el proyecto que se había paseado sin suerte por todos los despachos de nuestras teles-.
Es verdad también que "Cuéntame..." no es lo que era. La serie ha ido perdiendo poder televisivo en los últimos años, curiosamente cuando ha girado a unas tramas más dramáticas -el cancer de Merche por ejemplo- en consonancia con el éxito de los dramas de 'TVE' -"Amar...", "La Señora", etc-. Pero esta temporada parece ser que la comedia ha ganado terreno y que tiene nuevos e interesantes bríos, mientras nos redescubren una etapa de España muy colorida. Parece que son más modernos que lo somos ahora -es verdad que con la "europeización" hemos perdido chispa y vamos hacia lo politicamente correcto-.
Imanol Arias que aun se arrepiente de "hacer" las Campanadas ha declarado que el pequeño "Carlitos" ha ganado protagonismo esta temporada. Simple y lógico relevo generacional.
Imanol, que ha visto recortado su sueldo esta temporada, se ha convertido en un icono del español medio con su personaje de Antonio Alcántara.
Imanol que ya no echa pestes de la tele como en el pasado-de la que come- se ha quedado además sin "Un país para comérselo" -la versión cara de Labordeta-. Un programa caro de cojones que les servía a los socialistas para contentar al Grupo Ganga -que también trincaron en esta etapa con José Andrés y el fallido show del Wyoming-.
En esta temporada la música ochentera se verá homenajeada con varias tramas del grupo de la banda del chico menor de la familia. Ahora recordamos con nostalgia una época donde en 'TVE' se podían disfrutar de espacios culturales de autor, donde se vivía al minuto y en esta época de las nuevas tecnologías nadie ha pillado el punto a la música -en parte culpa de las discográficas-.
En la "TVE" de los 80 hemos visto a Almodovar ciego hasta las trancas, vestido como una "mamarracha"-con medias de regilla y chaqueta amarillo chillón- desafinando al lado de McNamara mientras le decía a Pilar Chamorro que era adicto a la cocaína. Hoy en día sería impensable. La España ha avanzado hacia la gilipollez total y una simple entrevista como esta sería un escándalo donde todos los putos políticos de la oposición y toda la prensa carca se echaría las manos a la cabeza y Paloma sería despedida.
"La edad de oro" acabó y la "heredera" radiofónica -en espíritu- que es "Radio 3" no puede ser tomada en serio. El indie español no es representado en esta emisora que adolece de marginalismo y variedad demasiado extrema. Si te gustan Lori Meyers, Supersubmarina o Vetusta Morla te tienes que tragar según el día que la pongas a música experimental, carcas con programa que te recuerdan la basura anglosajona que consumían cuando tenían 16 años o foclorismos de Atapuerca. En la 'TVE' de los últimos 60 podías encontrar a Iván Zuleta -inolvidable "Arrebato"- con su rollo psicodélico "jugando" con las imágenes en "Último grito" o en los 80 a los niños no se les trataba como simples gilipollas con "La bola de cristal". Ahí no había "¿qué pasa coleguis?" ni payasadas del estilo.
La idiotización en la que estamos instalados es preocupante y es indignante que en la actual 'TVE' no se puedan construir buenos elementos culturales -uno de las pocas lagunas de la etapa socialista-. No se puede disfrutar ni por asomo de un programa musical decente -exceptuando los míticos "Los conciertos de Radio 3" a deshoras- y toda la cultura o es marginada o directamente no está.
"Pagina 2", "Versión española" o "Días de cine" no están de más, pero se podía hacer un mejor tratamiento de joyas del cine español -de los 60 a los 80 sin entrar en casposos "Cines de Barrio"- o encontrar la música de una manera mejor.
Ni la marginalidad del pasado "Ipop", ni la comercialde "Música Sí". Un rollo más "No disparen al pianista", un programa al que si hubiesen dejado macerar hubiese tenido un publico fiel. Un programa como este y una serie de conciertos de calidad hacen falta en la actual parrilla de 'La 2'. No puede ser ver a Raphael todos los putos años y no poder disfrutar de un puto concierto de Marea o Cycle.

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