Narrando desde casa.

Los futbolistas del Barça celebraron ayer el Día de la Hispanidad dándole la victoria a España en Bielorrusia, un partido que no pudimos seguir por televisión porque la crisis también ha llegado a los derechos deportivos, siempre deficitarios pero que antes compensaban en imagen y audiencia, pero ahora en los medios no hay un duro que derrochar y Sport Five, la empresa alemana poseedora de los derechos se los ha tragado tras abrir subastas que primero rondaban los 3 millones de euros y luego el millón y medio.
Perder dinero a costa de ganar espectadores fue la consigna de Mediapro en el nacimiento de La Sexta, que se gastó 120 millones de euros en el Mundial 2.006 de Alemania, porque según Roures era más barato que una gran campaña publicitaria de lanzamiento del canal, aunque tuvo que compartir la competición con Cuatro al carecer de un mínimo de cobertura legal.
En 2.007 Telecinco renunció a renovar su exitosa Formula 1 en favor de La Sexta porque según Vasile se escapaba a cualquier posibilidad de rentabilizar la competición.
La Sexta acabo con este sistema al borde de la quiebra al sumar unas perdidas de más de 250 millones de euros y obligada a bajarse los pantalones ante Antena 3 -que también perdió mucha pasta con la Champions-.
Con esta espectacular crisis hemos dejado de ver un partido de la Selección por primera vez más de 30 años -desde una gira sudamericana en el 81- y hay derechos que si TVE no seguiría derrochando no podríamos seguir viendo, como las ultimas Olimpiadas o la ACB esta temporada.
El partido de ayer no pudo ser narrado desde el campo ni tan siquiera por las radios, que se negaron a abonar un canon de 25.000 € y algunas como RNE renunciaron a contarlo desde el hotel.
Manolo Lama o Carlos Martínez -con peor sonido- cantaron los goles de Pedro desde su habitación, al igual que lo hacen habitualmente en sus carruseles algunas emisoras pequeñas -EsRadio- o catalanas.
También cuando se narran eventos en el extranjero, muchos medios deciden hacerlo desde la distancia, como Canal+ con la NBA o Radio Marca con el fútbol internacional.
Mediapro también a usado estas tecnicas, tanto en Gol T, para abaratar costes narrando incluso los partidos de la Liga española o La Sexta, con ejemplos tan tristes como cuando dieron un Valladolid-Barcelona en abierto y la señal falló y Antonio Esteva desde Madrid no pudo narrar el primer gol blaugrana.
La misma empresa provocó con unos abusivos precios que las emisoras nacionales tuvieran que narrar desde sus estudios, al negarse a pagar los 720.000 € que les pedian por emisora y temporada.
La pasada temporada con los recortes en TVE, el ente decidió que Sergio Sauca contara los partidos de Champions desde el Pirulí y el caso más se extremo se vivió hace un par de años, cuando Vocento se cansó de perder dinero con Punto Radio y acometió unos brutales recortes, que afectaron especialmente a los deportes, a los que dejaron primero sin los partidos de Champions y más adelante cuando se negó a pagar el canon de la FIFA para narrar el Mundial de Sudafrica.
Ángel González Ucelay se negó a que se narraran los partidos desde una habitación de hotel con el sonido ambiente de la Play Station y fue despedido.
El futuro es ese, narrar el fútbol desde casa con la videoconsola de fondo.