Cultivarte.



La cultura en la tele está bajo mínimos, con algunos más responsables que otros.
Que Telecinco pasa de todo lo que huela a intelecto y a la ayuda del pensamiento critico es lógico -aunque entre sus obligaciones de concesión administrativa no está la del apoyo a la cultura- y encima cuando les pides que parte de sus jugosos beneficios que mandan en barcos a Italia, lo dejen aquí para financiar el cine español pues Vasile se echa las manos a la cabeza.
De echo Alex de la Iglesia revelo que el italiano le dijo en una reunión que él acabaría con el cine en las salas porque no creía en él, cosa que demostró también cuando decidió eliminar al séptimo arte de su cadena.
Pese a todo hay que decir que algunas de las mejores películas de nuestro cine en los últimos tiempos las ha parido Telecinco; El Laberinto del fauno, El Orfanato, El otro lado de la cama, Días de fútbol o Celda 211 además de las millonarias Ágora o Alatriste.
Pero es imperdonable el trato de TVE hacia la cultura; como cadena que todos pagamos tiene el deber de promover y promocionar el mundo cultural dando un servicio público y si no lo hace pues que la cierren.
TVE margina de una manera asquerosa la música, sin prácticamente ningún programa dedicado a ella.
En los últimos tiempos TVE ha intentado con proyectos varios sustituir al mítico y comercial Música Sí; el alternativo Ipop más cercano de Radio 3 o No disparen al pianista, que es verdad que tenía unos datos ridículos incluso para La 2 pero que mantenía un gran nivel que hubiera merecido una renovación -luego reciclaron el proyecto con la emisión de conciertos-.
Actualmente el combatiente Mapa sonoro, los eternos Conciertos de Radio 3 y la música clasica están en antena.
Porque el ente no solo está para emitir en sus residuales emisoras de radio música indy o clásica, sino que además deben procurar alentar incluso una música de masas -pese a quien pese el "mojabragas" simplista Bisbal beneficia al sector musical-.
TVE en su intento de taponar el desguace de sus cuentas se cargo como siempre a lo más débil; el canal Cultural.es, un intento de canal temático nacional donde se encontraron joyas como La mitad invisible, Nube de tags o La entrevista además de beneficiar a los amigos de ZP; a El Terrat con ZZZ y a Mediapro con la inclasificable Ciudad K.
Pero TVE decidió que La 2 se había quedado sin columna vertebral -tras la fuga de los deportes a Teledeporte y de los espacios infantiles a Clan- y recogió algunos de los productos del canal.
Hay que decir que la pública mantiene excepto en música algunos espacios de gran nivel como Pagina 2, Días de cine -se echa de menos a Gasset- o Mi reino por un caballo.
También tienen desde la pasada temporada la valentía de emitir películas míticas en el prime-time de La 1 con Clásicos de La 1 donde han desfilado con grandes datos filmes como Gigante, El día del fin del mundo, Ben Hur o Casablanca.
Además del mítico Versión Española que con un equipazo y maravillosamente conducido por Cayetana Guillén Cuervo nos regala cada semana alguna obra de nuestro cine patrio -nada que ver con el casposo Cine de barrio donde Paradas, Sevillas o Velascos se han forrado por merendar entrevistando a la folclórica de turno para emitir la caspa sesentera de pandereta-.
Las actuaciones musicales en directo brillan por su ausencia; no hay practicamente ningún espacio que de música en directo -Buenafuente era uno de los pocos y El Hormiguero los relega a pausas publicitarias-.
El único directo que se puede ver en tv es la emisión en las madrugadas de espacios marginales, de conciertos en practicamente todas las cadenas que beneficiadas fiscalmente a la emisión de música en directo emiten en masa conciertos y conciertos en horas muertas capaces de dormir a un elefante.
Todas las nacionales cuando llegan a un punto en la madrugada que los espacios comerciales -call tvs, videncia, v o teletiendas- no son rentables sacan a pasear estos subproductos; La 1 con TVE es música de 3,15 a 5,00 de la madrugada y en La 2 desde las 3,55, en Antena 3 el espacio se llama Únicos y va desde las cinco, en Cuatro a la misma hora Puro Cuatro, en Telecinco Fusión sonora perdido en las madrugadas, en La Sexta desde las 7 con La Sexta en concierto y en muchas autonómicas también se emiten.
Víctor Manuel o La Unión aparecen a deshoras en escenarios ridículos para ocupar horas de teletienda ante una parroquia nula y no está mal que en el horario que sea se emita música sino la utilización de está para beneficio propio de unos sujetos que no patrocinan un concierto ni aunque se lo regalen.
La música ha quedado para realitys varios como La Voz o Tu cara me suena, que seguramente alimenten algunas inquietudes más cercanas al reality que al universo cultural.
La musica no funciona en televisión, eso tambien es verdad y en TDT los intentos varios de proyectos fallidos como 40 Latino, Flymusic o Telehit acabaron en el desguace, mientras que la mitica MTV se ha reconvertido en un canal de realitys y series.
En algunas autonómicas nada de nada; solamente Aragon tv en su primera etapa apostaba diariamente por este genero con programas deliciosos como El Reservado del gran Luis Alegre, Cultivarte o Borradores.
La mayoría emiten contenedores de 30 minutos el fin de semana para que no se diga, aunque algunos como TV3 impulsan una cultura catalanista demasiado sectaria donde no caben conversos como Boadella -más que para ridiculizarlo en los satíricos Polonia o APM-.
El que vive bien de la cultura es Fernando Sánchez Dragó que entre escandalo e insulto sectario a la izquierda pesebra en los pastos Peperos.
Él mismo lo reconoció en una entrevista hace unos meses; cuando gano ZP y le echaron para poner a Javier Rioyo el mismo llamo a los aledaños de la derecha para fichar por Telemadrid donde presenta Las noches blancas -donde su hija también trinca, además presento los telediarios de la noche, se la pegó con una basura llamada Dragolandia y consiguió incluso entrar en la corrupta TeleCamps con El Faro de Alejandría-.
Falta en este país algún producto como Arte, un canal franco-alemán que emite unos cuidados documentales dignos de una gran cadena tipo BBC.
Ahora pueblan en la TDT canales que se hacen llamar de documentales pero que poco tienen que ver con este genero tan digno; ni se parecen a las joyas de National Geographic, o a la investigación de BBC o a las maravillas de Historia -últimamente bastante más proyankee y sensacionalista-
Basuras de la factoría Discovery como Cazasubastas, Control de aduanas o hasta una asquerosidad de Un parasito dentro de mi, tranquilizarán algunas huecas mentes con el rollo de; "Estoy viendo documentales todo el día", pero querido amigo la transformación del documental en subproducto amarillista y deplorable lo convierten en; "Me trago todo el día puta mierda".
Donde rebuscando se pueden encontrar buenas películas son en La Sexta 3 -demasiadas repeticiones con un catalogo enano- y Paramount Channel.
Solamente pasando por taquilla en Canal + -con cine de estreno semanal, conciertazos en directo, algunas joyas de documentales propios o una cuidadosa programación dedicada al séptimo arte- o en el emergente Canal + Extra -una joya marginal y alternativa que ofrece el mejor cine independiente salpimentado de dosis de humor irreverente importado de Estados Unidos- ofrecen cultura de calidad.
Además en el mundo cultural de este país se encuentra con el eterno ataque de la derecha política hacia todo lo que huela a cultura. El PP ve a el lobby cultural como una panda de vividores que solo quieren trincar.
Como en el panorama cultural sus apoyos se quedan reducidos a la caspa de Julio Iglesias -trincando en Galicia o Valencia- o Raphael -el amanerado tolerado por el Franquismo-.
Desde la caverna atacan a los que llaman "Sindicato de la ceja" por sus subvenciones, como si las bibliotecas, museos, conciertos, festivales o películas tendrían que buscar la rentabilidad sobre la cultura propia. Eso sí, obvian las subvenciones al PP, FAES o la patronal -hacen lo mismo con los sindicatos que pese a su innegable golfería defienden brillantemente los derechos del trabajador-.
Desde periódicos como La Razón o La Gaceta celebran las caídas en taquilla de nuestro cine olvidandose de la imagen de la marca España de genios como Almodovar o Amenabar.
Encima desde esos mismos sectores han atacado al PSOE por sus leyes antipiratería.
La piratería ha destrozado estos años miles de puestos de trabajo y centenares de proyectos ante los robos impunes de una panda de golfos demagógicos que se escudan en soflamas como "Los discos son caros" -el Bulli también es caro y por eso no voy- o "Son una panda de millonarios" -quieren que Sabina después de vender millones de discos viva en una VPO-.
Pero el estomago de la red empezó a tragarse también ediciones de periódicos -el caso Youkioske- o libros y entonces los Pedrojotas liberales pidieron cárcel para los cacos después de haberlos aplaudido cuando desguazaban el cine. Jetas.

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