Jesús Cintora ha cerrado hoy un notable trabajo de ocho meses al frente de 'Las cosas claras', que ha elevado la franja del mediodía de La 1 de TVE. El sesgo de la tertulia, que es cierto que se ha atrevido a romper el tabú monárquico en la pública, y el hecho de que este espacio informativo fuese facturado por LaCoproductora han apuntillado al programa.
El presentador ha recordado que el programa, con cambio de nombre y un formato menos político, continuará para alegría de José Miguel Contreras: "Algunos siguen en otro proyecto, por cierto. Suerte en ese proyecto, suerte a la productora, que sigue. Yo no".
Y ha recordado que él no tiene la culpa de que 'Las cosas claras' no se realizase con medios de TVE, tal y como recuerda machaconamente UGT, que no parece tener inconveniente con el nuevo proyecto de actualidad liderado por Ion Aramendi en la misma franja.
"Yo no decidí externalizar esto, lo digo por algunos compañeros de Televisión Española. A mí me encargaron esto así y así lo acepté, y así me he dejado la piel por esta televisión, por esta cadena", explica Cintora.
El soriano recuerda que cayó fulminado por presiones del PP y ahora ha sido el PSOE el que se lo carga: "Nos quitaron de un programa con un gobierno, nos quitan también con otro gobierno". O sea, al revés que José Miguel Contreras, que siempre gana.
Los que también ganan, según Cintora, son los medios que se dedican a hacer lobby político: "Hacemos periodismo, hay gente que por detrás hace otras cosas y con eso tenemos un problema muy gordo. Sean honestos, hagan periodismo y muchísimas gracias".
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