Rugido del establishment contra La Última Hora






Uno de los mejores aciertos de Unidas Podemos en los últimos meses ha sido apadrinar el nacimiento de La Última Hora, combativo digital que se dedica a mostrar las vergüenzas de un lobby periodístico madrileño que creía que tenía licencia para poner y quitar ministros. 

Pablo Iglesias, mejor líder rojo español desde la Guerra, ha dejado de confundirse y ha dejado de cegarse con los flashes del enemigo (que reclamaban su presencia por puro interés gubernamental de fragmentar la izquierda).

Es por ello que Unidas Podemos, que ha sufrido una carnicería antológica por parte de los medios borbónicos, villarejiles y florentinos, ha pasado al contraataque y ha señalado quién manda en qué medios y qué intereses hay detrás de que se publiquen determinadas porquerías. 

Rugido

El periódico digital dirigido por Dina Bousselham ha sido atacado por esa alicaída organización llamada Asociación de Prensa de Madrid (APM), secta que callaba cuando Soraya ponía y quitaba tertulianos y que calla ahora ante la estrategia sociata: asfixiante control de RTVE a través del tándem Iván Redondo-Enric Hernández, tutela sanchista de las operaciones en el accionariado del Grupo Prisa y enredo en varias pistas de José Miguel Contreras. 

La APM, "una asociación vertical como los sindicatos franquistas" según Juan Carlos Monedero, calla ante ese cartel mediático de cuello blanco que cuenta como pistolero a Ok Diario, ante los disparates insultantes diarios de Federico Jiménez Losantos y ante los señalamientos de Vox. 

La Última Hora, que ha señalado a Antonio García Ferreras, Vicente Vallés, José María del Olmo, Esteban Urreitztieta o Ana Rosa Quintana, ve como algunos medios hablan del periodismo con adjetivos románticos y del supuesto contrapoder que ejercen. 

Pero como bien decía Iglesias ayer en una entrevista, muchos medios y periodistas ejercen más como  tentáculos del poder, ocultando información y filtrando mentiras, que de contrapoder, limpiando el ambiente mediático con información y aportando luz contra los excesos de la casta.

Por eso las Ana Rosas graban con cámara oculta a ocupas y a señores que roban latas de comida en los supermercados y todavía no han metido a un topo en ACS, Telefónica, El Corte Inglés, el Santander, el BBVA o Zarzuela. 

De la aporafobia ya previene Marx en el primer tomo de El Capital: "La historia de todas las sociedades que ha habido hasta el presente es la historia de las luchas de clases". Punto.

Asco

Los principales medios de comunicación estatales callan ante el inminente encarcelamiento del rapero Pablo Hásel. Este hecho, insólito en la Europa occidental, contrasta con las millonarias vacaciones del hombre que más disfruto de la oligarquía mediática española: ese delincuente llamado Juan Carlos de Borbón. 

A la prensa le jode, así de claro, que en el Consejo de Ministros se sienten políticos de origen humilde que llevan a los debates argumentos enriquecidos por las ideas de algunos colectivos sociales. Y es que en nuestro país lo habitual es que los ministros sean esclavos del Ibex, con puertas giratorias como jubilación dorada, o que sean miembros de clanes sicilianos más pendientes de las mordidas que de los escudos sociales a los sectores más vulnerables. 

En España la prensa se alarma por el debate entre PSOE y Unidas Podemos. Eso sí, algunos medios denuncian la supuesta mala imagen pública de la sana confrontación de ideas tras haber callado cuando el Consejo de Ministros estaba integrado por una mafia repleta de golfos que se dedicaban a regular contra la ciudadanía para enriquecer al poderoso a cambio de un tanto por ciento. 

Y tampoco dicen que José Luis Escrivá, que debería hacérselo mirar porque un pasquín alcazariano como El Mundo lo masajea a través de su amigo Carlos Segovia, quiso dinamitar el Ingreso Mínimo Vital y ha pretendido desguazar por orden de Pedro Sánchez las pensiones a pesar del pacto gubernamental PSOE-Unidas Podemos. 

Escrivá, según el diario La Información, utilizó para esquilmar las pensiones un argumentario que le escribió la consultora Ernst & Young. Los sindicatos y Unidas Podemos ganaron la batalla con unos argumentarios salpimentados por asociaciones de jubilados. He aquí una pequeña diferencia...

Es decir, la gente podría perdonar que Iglesias se haya comprado un chalé, haya convertido Podemos en un partido más e incluso haya utilizado el partido para colocar a sus amigos y amigas. Lo que no debiera olvidar es que hay políticos que buscan su jubilación dorada a cambio de destrozar el Estado del Bienestar. 

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