Los amigos de Movistar tuvieron a bien estrenar ayer 'El Palmar de Troya', serie documental de cuatro capítulos que arrancó peor que mal: anoche abundaron los testimonios de los frikis que dicen que se apareció la Virgen y no hubo ni un solo plano rodado en el interior de la secta.
Tan solo vimos alguna recreación digna de 'Cuarto Milenio' y vídeos de archivo que ya habíamos visto mil veces. Está bien que Movistar quiera marcar agenda con esta pocilga eclesial, tal y como lo hicieron Netflix y HBO con Alcàsser y el delincuente de Jesús Gil.
Pero no lo lograrán con un producto tan gris como 'El Palmar de Troya', cuyo primer capítulo no aporta nada. Lo de ayer es una burda recopilación de testimonios averiados que se podrían haber ahorrado.
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