Trancas, Barrancas y Fachancas





Se ha divertido un rato Santiago Abascal en 'El Hormiguero'. La izquierda tuitera comenzó regalándole un gol a Vox: cualquier boicot es antidemocrático y cualquier pataleta de este tipo siempre es contraproducente porque favorece al boicoteado.

Este tipo de boicots anacrónicos e infantiles son típicos de la extrema derecha, secta que pide que en la tele pública como es el Canal 24 horas no entrevisten a un representante de casi 350.000 ciudadanos, Arnaldo Otegi.

Pablo Motos estaba en su derecho, y casi en su obligación, de entrevistar al líder de Vox, por lo cual falló al justificarse al inicio del programa. Y por suerte Abascal no ha sufrido, aunque hay que decir que por poco, la torpe entrevista que le dispensó el padre de Trancas y Barrancas a Pablo Iglesias en 2015 días antes de hacerle la pelota a Rivera:



Motos, heredero catódico de Bertín Osborne y más nervioso con Iglesias que cuando a Mamen Mendizábal le mientan a Villarejo, comenzó el programa intentando dejar en mal lugar a Maritcha Ruiz, del equipo de comunicación de Pedro Sánchez.

El golpe bajo de Pablo Motos hay que disculparlo: el presentador no tiene maldad, lo que le pasa, tal y como le ha sucedido en algunas ocasiones ante algunas entrevistadas, es que tiene algunos deslices inadecuados.

Motos explicó que en una semana le han insultado más veces en las redes que en los catorce años anteriores y posteriormente se equivocó con la entrevista: estaba muy tenso, se le notaba condicionado por Twitter (que recordaba que hormiguero es según la RAE "refugio de insectos") y se ha visto obligado a realizar algunas preguntas innecesarias.

"Tu das más miedo" (que Iglesias), soltó de forma torpe Motos. El líder de Vox sin embargo ha estado muy relajado, muy simpático y estupendamente asesorado: le ha regalado a su entrevistado unos antiinflamatorios y no ha perdido el buen rollo durante la media hora larga que ha durado el programa.



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