En 2006 Paolo Vasile consiguió robarle a Antena 3 su joya más preciada, 'Aquí no hay quien viva', tras inyectar más de 10 millones de euros en el bolsillo de José Luis Moreno. El productor se hacía de oro y compatibilizaba sus tareas para Mediaset con sus millonarias fechorías en las autonómicas (Canal 9, Castilla-La Mancha Televisión o Telemadrid).
'La que se avecina' no llegaba como se esperaba, pero al menos 'Escenas de matrimonio' aterrizó con buen pie hasta que Antena 3 se vengó de Moreno y Vasile robándoles a las dos estrellas de los sketches, Marisa Porcel y Pepe Ruiz.
Moreno patinó posteriormente con 'A ver si llego'; quebró sus productoras al meterles sus faraónicos gastos en vuelos privados, caviar y relojes; perdió su inmunidad mediática y vio como las autonómicas le cerraban las puertas para evitar escándalos.
2013 fue el punto de inflexión en las relaciones entre Vasile y Moreno: Mediaset le arrebataba a la productora Alba Adriática y se la entregaba a Alberto Caballero, que creó Contubernio. El premio de consolación para el ventrílocuo eran el alquiler de los platós de la serie vecinal, la compra para el verano de unas descafeinadas matrimoniadas y los especiales navideños.
Sus dos escándalos en el plató de 'Hable con ellas' apuntillaron su reputación y al menos vio con simpatía la llegada de José Antonio Sánchez a la presidencia de RTVE, que le contrató galas averiadas y 'Reinas', una serie que contrataron sorteando la Ley por las deudas de Moreno con Hacienda.
Desde entonces Moreno anda tocado y hundido, Vasile se ha hartado de aguantar sus "porcadas", Alberto Caballero no se habla con su tío y 'La que se avecina' pende de un hilo porque tendrá que abandonar los estudios de Moraleja de Enmedio.
Leer más: Los veinte muertos en el armario de José Luis Moreno.
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