Ayer Luis Pliego demostró su ansia por vender números de Lecturas y sacó en portada una estupidez sin pies ni cabeza: Cristina y Urdangarin se divorcian. La información, firmada por Pilar Eyre, dice que estos dos delincuentes romperán su matrimonio después de que la infanta haya consultado un despacho de abogados.
Miquel Roca, abogado que pactó con la oligarquía para que la hermana del Rey saliera indemne del choriceo a las instituciones públicas con el reclamo de los niños discapacitados, dice que la información es falsa. Este señor no mueve un boli sobre el asunto si la infanta no se lo hubiera pedido. Pero Eyre, ni corta ni perezosa, afirmó ayer en 'Sálvame' que hay que esperar un año. O seis, le faltó añadir.
La periodista que afirmaba en 2006 que Jesús Gil seguía vivo en Venzuela sigue con sus trucos de siempre: llevar la ficción que utiliza en sus novelones rosas a la prensa del corazón y tocar a personajes de las élites, que normalmente no contestan. Aunque este hecho le ha costado más de un disgusto injusto, véase cuando Telecinco la vetó en 2012 tras publicar 'La soledad de la Reina'.
Lluvia de embustes
Pilar Eyre ayer desmintió que haya tenido una relación con Julio Iglesias, pese a sus insinuaciones hace solo unos meses. También ha tenido tiempo para inventarse una relación entre la Reina Sofía y Alfonso Díez, para decir que Rosa María Mateo humilló a Inés Ballester en su despido y para diseñar programas inexistentes para la pobre María Teresa Campos, que lleva año y medio en el dique seco: primero iba a conducir una tertulia y después un programa de entrevistas "estilo Pedro Ruiz".
Todo falso y todo negocio para la última superviviente barcelonesa de la época dorada del colorín en la Ciudad Condal. La profesión se lo perdona porque dicen que es muy buena persona. Seguramente lo sea, pero podría cortarse un poco para no hacer el ridículo.
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