Los aciertos de Ferreras ante el chaparrón de Willy Toledo










La promesa de Ferreras se cumplió: Willy Toledo ha visitado el plató de 'Al rojo vivo', donde ha mostrado la postura de la "izquierda extraparlamentaria". El actor puso sobre la lupa el totalitarismo invisible que sufrimos (matizado por Sardá por un burdo motivo: el franquismo fue peor), le recordó su labor en el falangista Arriba a Nativel Preciado (miembro de la gauche divine), tildó a La Sexta de "cadena del Régimen", llamó a La Razón "diario fascista", acusó a Atresmedia de explotación y le echó a la cara a Ferreras, "un privilegiado", su amistad más siniestra: el golfo del Castor, Florentino Pérez.

El actor acierta en el fondo de sus denuncias contra esta obra circense llamada libertad, pero le pierden las formas. Debiera saber Toledo que en un debate sobre democracia no se pueden lanzar golpes bajos personales. Y también debiera estudiar antes de encender el ventilador. El actor falló con sus inconcreciones, no sabía si el dato que utilizaba era de Oxford o Cambridge. Tampoco el nombre de los estados americanos donde a los jueces les vota el pueblo. Es por eso que estas actitudes le pueden convertir en parte de la izquierda hippie. Esa que es fácilmente admisible por el Sistema por siete razones: todo le amarga, le disgusta cualquier modelo, no propone alternativas, tira de demagogia, no tiene educación, no participa hombro con hombro con el marxismo militante que ha cambiado Europa en los dos últimos siglos, y su gesto favorito es gritar al televisor desde el sofá.

Toledo debe saber que una dictadura no es modelo de democracia ni de libertad de prensa y personajes de la izquierda debieran saber que no se pueden utilizar como munición determinados Regímenes, por muchos matices que existan (y de los que la totalitaria Estados Unidos tiene una sangrienta responsabilidad directa). Ferreras aun así ha tenido varios aciertos: ha controlado la situación sin caer en el nerviosismo, le ha regalado a Toledo noventa minutos de libertad, le ha recordado que Atresmedia Cine le proporcionó su último trabajo, no ha convocado para esta ocasión a los Pérez Henares habituales (esos sí que son radicales antisistema) y la edición al mediodía de 'La Sexta Noticias' ha rebotado la información, demostrando que en la "cadena del Régimen" hacen de la necesidad virtud.

Aun así hay que recordar que un país democrático no se caracteriza solo por dejar hablar, sino porque no haya consecuencias por hacerlo. Las televisiones deben dar trabajo cuanto antes a Toledo, siete años vetado por el Sistema por decir lo que piensa. Aunque antes, por su bienestar, debiera recibir un par de clases de educación y cultura general para ganarse el respeto. Su alternativa es integrarse en la saludable marginalidad, libertad maravillosa que proporciona cambios individuales, no colectivos.




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