Jiménez Losantos sigue exigiendo sangre ante la pasividad de la Fiscalía










Federico Jiménez Losantos sigue con su impunidad para exigir actos terroristas. Recuerden que hace dos años explicó en antena que deseaba encontrarse con "los de Podemos" armado con un trabuco y el mes pasado insinuó que se podían volar bares repletos de alemanes. Ayer tampoco se cortó contra el nuevo presidente catalán, Quim Torra, que dijo que el Gobierno central al menos no les podía bombardear.

El turolense sacó el chulo que lleva dentro y no se cortó: "¿Cómo que ya no os podemos bombardear? Por supuesto que lo podemos hacer, otra cosa es que la basura del Gobierno que tenemos nos sea capaz de demostrar que hay aviones para bombardear. Otra cosa que la casta política prefiera que se destruya España a usar legítimamente la fuerza (...) España tiene 70.000 policías, 90.000 guardia civiles y 50.000 soldados que pueden tomar Barcelona y tu casa en 5 minutos".



Viaje al corazón del neoliberalismo 

El niño Federico nació en el montañoso y frío pueblo de Orihuela del Tremedal. Hijo de maestra nacional y de alcalde franquista y zapatero de profesión, que fallecido cuando él tenía doce años, destacó desde su tierna infancia por sus buenas notas en el colegio.

Criado intelectualmente en la adolescencia en los pechos de Labordeta, con el que conoce autores clásicos y del PCE, demuestra su amor por el teatro. Al comunismo llegó según él por "moda" y por sustitución del cristianismo para cubrir las preguntas que dejaron el hueco de su padre. Del comunismo se bajó para fracasar electoralmente con el Partido Socialista de Aragón y para parir la obra lerrouxista 'Lo que queda de España', libro donde denunciaba que el nacionalismo catalán no se conformase con que el catalán desapareciera. En vísperas de esta época fue apadrinado por Javier Pradera, amigo del que luego se distanciaría, y firmaría el manifiesto de los 2.300, que le costaría un secuestro y una bala en la rodilla por parte de Terra Lliure, extinta banda terrorista catalana.

El susto mortal le hace coger las maletas y marcharse a Madrid como profesor de literatura, desde donde saltaría a la comunicación de la mano de Sánchez Dragó para lanzar un suplemento cultural de Diario 16, periódico en el que se centró tras la sanción de la Ley de incompatibilidades. En esta época se unió en sangre a Pedrojota, a veces aliado y a veces enemigo, convirtiéndose en jefe de opinión del periódico, cargo que dejaría cuando Ramírez y De Salas promueven la abstención para el referéndum de la OTAN.

No fue su único "divorcio" con Pedro J.; más adelante llegarían los enfados cuando el entonces director de El Mundo dejó COPE para aliarse con el dream team de Onda Cero o cuando el riojano se alió con Buruaga y la COPE, por lo que Federico se quedó sin tertulia nacional en Veo 7. Entre Pedrojota y ABC ha ido su carrera como articulista, y en la radio empezó como comentarista de Luis del Olmo y Antonio Herrero, con el que finalmente se quedó cuando éste saltó a COPE desde Antena 3 Radio.

En la emisora episcopal se vio promocionado tras una cadena de desgracias; la muerte de Encarna Sáncez tras un cáncer, la muerte de Antonio Herrero, que se ahogó en su vómito de sangre cuando practicaba submarinismo en Marbella, o la marcha de García a Onda Cero.

Amigo de Aznar, cuando este anidaba en la oposición, comprobó de primera mano como el PP le trataba, según él, como "un pariente pobre", cuando llegó al poder. Por eso promovió un grupo mediático afín, nacido de las jornadas liberales que patrocinaba el siniestro Zaplana como alcalde de Benidorm.

De ahí nacieron la revista La ilustración liberal y más adelante, ya con Ariza como aliado, Libertad Digital, medio que se benefició con promoción gratuita de su micrófono en COPE, emisora en la que llegó a la franja matinal tras los pobres resultados de audiencia y facturación de su amigo y esclavo moral Luis Herrero.

Es en la mañana cuando se convierte en un locutor de masas, tras la llegada al poder de ZP. Ahí nació el ultraliberal con discurso tiránico, ese que se mofaba de las debilidades ajenas del adversario (situación que pasada por el tamiz freudiano evidencia sus complejos).

Zapatero, que le concedería su primera entrevista como Presidente, acaba insultado y linchado desde las ondas episcopales por Federico. Con Rajoy en estado de shock tras la debacle electoral, el locutor y Ramírez se convierten en la principal oposición al poder socialista, según el historiador Paul Preston.

Cómplice con Zaplana y Acebes, perros de presa del PP en el Congreso, y con la conspiranoia del 11-M como bandera, el locutor se convierte en la persona más influyente de la derecha, contando con la simpatía de Alcaraz de la AVT y hasta la Iglesia, que apadrina una de sus multitudinarias manifestaciones. Algunas poco piadosas como la que lideró el lema "La familia sí importa", motivada por su repelús a las bodas homosexuales.

Con los etarras no se negocia. Se los mete en la cárcel", decía él, con su habitual miopía política. En COPE además de linchar a ZP, insulta a Zarzalejos, que no quiso que ABC participara en la teoría de la conspiración del 11-M, y el periodista vasco acaba en la calle tras presiones de Esperanza Aguirre (léase el libro 'La Destitución'). La radio sensacionalista impuesta por el turolense mejoró la audiencia y facturación de COPE, a costa de perder toda la credibilidad para sacar del poder a ZP, el enemigo de España, según él.

En COPE hacía y deshacía a su antojo; promocionó a Nacho Villa y a César Vidal (ahora no se habla con ninguno de los dos), e intentó fulminar a Cristina López Schilting, a la que intentó echar por lo civil y lo criminal, ofreciéndose incluso a rebajarse el sueldo para que la emisora fichara a Herrera.

Escribió varios libros, nacidos del calor del éxito mediático, donde señaló que había socialistas infiltrados en COPE, como Edu García, más pendiente de los goles de Raúl o Ronaldinho, o como César Lumbreras, más pendiente de la cosecha de la patata o de la subvención de Bruselas.

El problema para que Federico no siga adoctrinando con tanta fuerza en la actualidad fue la victoria de ZP en 2008. Pero no porque ZP le intentara echar, ya que Miguel Ángel Aguilar reveló que a ZP le encantaba el guerracivilismo de COPE, ya que el PSOE recogía resultados por derechizar al PP. El propio ZP se lo reconocería a Iñaki en una entrevista electoral: "Nos conviene la tensión". El problema para Federico fue que Arriola aconsejó a Rajoy distanciarse con este amigo poco deseable de cara a las visitas.

Entonces tanto Federico como Pedrojota jugaron la carta de Esperanza Aguirre como salvadora, pero Rajoy sorprendió a todos y se negó a dimitir como líder de la derecha. Y no solo eso; el gallego montó un congreso valenciano, presionó para no tener rivales y echó de su lado a Acebes y Zaplana, los hombres duros del PP en la Carrera de San Jerónimo.

Federico atacó por las presiones de Mariano al PP, para no tener rival. Y comprobó de primera mano una cosa; "Se puede atacar al PP o al PSOE, pero cuando atacas a los dos, eres hombre muerto".
A la cúpula del PP llegaron Soraya y Cospedal, vía Arriola, y Rajoy se distanció para siempre de Jiménez Losantos y Ramírez, que a la larga han pagado con sus cabezas en COPE y El Mundo sus críticas al gallego desde 2008.

Y Jiménez Losantos acabó fuera de COPE, viéndose obligado a lanzar esRadio gracias a Esperanza Aguirre, eterna financiadora del proyecto con el dinero de todos y que previamente le había dado la licencia de COPE en Madrid a Federico para que éste la utilizara como presión en una negociación con los Obispos.

Así nacía esRadio con la licencia de Esperanza y la publicidad de la lideresa, y tras una ampliación de capital que según El País financió la Gürtel, hecho que no le ha sido óbice para que siga alentando al odio desde su menguado púlpito, solo apto para radicales.















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