Josep Pedrerol en varias entrevistas ha destacado la importancia que ha tenido en sus tertulias deportivas la promoción que le ha hecho Twitter, aliado inesperado de Punto Pelota y parte de la estrategia de marketing de El Chiringuito, que tiene subcontratado para estos menesteres a una compañía propiedad del hijo de Javier Tebas.
Es cierto que Pedrerol utiliza Twitter con esmero: lo utiliza para ser trending topic con las polémicas de su espacio de Mega (cuyo hastag superó este pasado sábado al del propio Cristiano Ronaldo), aprovecha su gran share social para cosechar una legión de fieles que le han seguido en sus constantes cambios de cadena y hasta tira de ironía para cerrar cada día Jugones pegándose con trolls y demás especímenes tuiteros.
Bastante que aprender en estas lides es José Ramón de la Morena, que basa su personalidad radiofónica en las costumbres y la tradición, incidiendo en un buscado lenguaje pueblerino con el que por supuesto demuestra su alergia a las redes sociales. El de Brunete ha decidido estrenar en El Transistor una sección de Twitter en la que el locutor llama "tonto", "feo" o "cenutrio" al que ose atacar a su programa de Onda Cero.
Desconoce Joserra que los trolls se alimentan de odio y que para éstos es una medalla ser nombrados, nunca un demérito. Como dice la voz de De la Morena, convenientemente utilizada por el Tiempo de juego de COPE, "a ver si vamos a sortear un despido".
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