Hay nervios en Telecinco después de ver cómo han bajado dos formatos que se consideran seguros en la casa: Gran Hermano y el Deluxe. Al reality, que está consiguiendo su récord histórico negativo, se le suma las dos humillantes y amplias derrotas del Deluxe contra Tu cara me suena.
Por eso ayer Sálvame anunció que someterá este viernes al polígrafo a Raquel Mosquera, con un pie en el psiquiátrico y otro en el plató. Pero la desvergüenza no será solo utilizar a una señora con problemas de bipolaridad, lo que anularía una prueba de la máquina de la verdad hasta en una república bananera, sino que además Kiko Hernández adelantó este miércoles que la peluquera deberá señalar si Pedro Carrasco se hablaba con su hija Rociíto antes de morir o si el boxeador le había dicho en la alcoba si Ortega Cano "le daba mala vida" a Rocío Jurado, eufemismo igual de miserable que el resto de contenidos que prepara este viernes el Deluxe. Si la idea del trío Vasile-Cornejo-Madrid es limpiarle la imagen a Jorge Javier por su concatenación de malos resultados, con este tipo de contenidos no van por buen camino.
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