Sobre la resaca del gol de Piqué y del debate a cuatro







Arrancó "La Roja" la Eurocopa dejando buenas sensaciones en un partido en el que mereció sufrir menos. Pero la dinamita mojada de los de arriba, Morata y Nolito, la compensó a centro del superlativo Iniesta un morboso gol de Piqué, que calló las bocas de los que reparten carnés de españolidad mientras desprecian a media España y votan a los que expolian a la patria antes de enviar el botín a paraísos lejanos.

La guinda del estreno la protagonizó el controvertido De Gea, que compensó dimes y diretes con una parada en el descuento que le cierra definitavente las puertas a un Casillas que llevaba jugando un lustro jugando de prestado por los éxitos añejos. Casi nueve millones de espectadores siguieron por Telecinco el triunfo español y más de diez advirtieron el gallinero político del prime-time, donde Mariano Rajoy salió vivo gracias a un debate demasiado encorsetado por los tiempos. 

Albert Rivera se tomó una tila y brilló sobre el resto, por mucho que las encuestas le den un triunfo a un Pablo Iglesias que anoche consiguió lo que pretendía: quitarse la careta francotiradora de los últimos años para no asustar a unos votantes que previsiblemente le respaldarán con un gran resultado. Pedro Sánchez ni está ni se le espera, por eso Iñaki Gabilondo se pregunta cómo se suicidarán unos socialistas que han decidido no presentar candidato al 26-J para utilizar su suelo electoral con el que diseñar un pacto de Estado, que previsiblemente antecederá al entierro de un partido que fue histórico y que hoy en día ha decidio hacerse prescindible por méritos propios. 


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