Un directivo de Discovery reconocía implícitamente en una entrevista con Bluper que su grupo ha bordeado la ley para cerrar un acuerdo con Kiss TV, incumpliendo así el espíritu de las nuevas TDT, con las que supuestamente nadie iba a poder hacer el negocio que han hecho años atrás los editores de ABC o El Mundo, convertidos en caseros televisivos. Pero sea como fuere Blas Herrero, que sigue teniendo en nómina al marido de María Dolores de Cospedal, ha conseguido hacer rentable su canal desde el minuto uno, algo con lo que sueñan los Berdonés, Florentinos, Vasiles, Silvios y curas varios.
Blas, que apartó de la dirección de Kiss TV a Javier Pons tras rubricar su acuerdo con Discovery, que complementa el masculino Max con el femenino DKiss, sigue haciendo negocio gracias a una receta con dos ingredientes: la consecución de licencias gracias al mimo a los barones más receptivos del bipartidismo y aprovechar las mismas para lanzar productos low cost que casi siempre son rentables.
No hay más que ver DKiss, que por lo pronto acaba de lanzar algo parecido a un reality, Vivir bailando, que este verano pondra en pie un espacio de videoclips con más intención de promocionar a Xavi Rodríguez como conductor de Kiss FM que de promocionar a los artistas en cuestión, y que en otoño estrenará un reality con Ana Obregón, "La Fantashian", como protagonista.
Herrero, que pescó judicialmente más de doscientos millones de euros de Telefónica con una operación que encierra varios misterios, lanzó hace un lustro una hermana juvenil de su reiterativa Kiss FM, Hit FM, tras comprar varios postes del decadente Grupo Zeta.
Pero en Hit FM esa precariedad característica de las empresas de Herrero se hace aun más palpable que en su hermana mayor. Porque la emisora diseñada para millennials apenas congrega a 152.000 oyentes diarios según el último EGM, perdiendo así más del 25% de oyentes respecto al estudio anterior (aun así hubo alegría en casa de Herrero, en parte porque Kiss FM superó por la mínima el millón de oyentes con los que sacará tajada en forma de publicidad institucional).
En la parrilla de esta emisora destaca El Ahitador, donde dos jóvenes locutores, Jesús Taltavull y Beatriz García Alcázar, se dejan la piel ante 80.000 parroquianos. Pero este particular morning-show, en realidad radiofórmula disfrazada de programa, adolece de una falta de presupuesto que imposibilita que las mañanas de Hit FM sean "escuchables".
Y esa falta de presupuesto se hizo palpable la semana pasada, cuando Taltavull estuvo de baja por "fiebre". ¿Y qué ocurrió en la emisora? Que Pablo Marbán, que conduce cuatro horas diarias de la misma, tuvo que hacer doblete, todo con tal de rellenar una parrilla con cuatro locutores, dos comerciales y tres técnicos de sonido. Ah, y cuarenta y pico postes. No se puede ser más cutre...
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